Por Juan Pablo Ojeda
En un giro significativo en el ámbito legal, la mujer que había demandado a los raperos Jay-Z y Sean ‘Diddy’ Combs por presuntamente violarla cuando era menor de edad decidió retirar su denuncia este viernes. La denunciante, conocida bajo el pseudónimo de Jane Doe, había acusado a los músicos de un crimen atroz ocurrido en el año 2000, tras una fiesta posterior a los MTV Video Music Awards.
Los abogados de la denunciante, Anthony Buzbee y Antigone Curis, presentaron ante el tribunal la notificación de que «la demanda se desestima voluntariamente con perjuicio», lo cual implica que no se podrá presentar una nueva demanda civil por el mismo hecho contra los raperos.
Jay-Z, cuyo nombre legal es Shawn Carter, emitió un comunicado donde celebró la decisión como una «victoria», denunciando las alegaciones como «frívolas, ficticias y atroces». “El trauma que mi esposa (la cantante Beyonce), mis hijos, mis seres queridos y yo hemos soportado nunca puede ser desestimado”, añadió Carter, destacando el impacto emocional de las acusaciones en su vida personal.
El abogado de Jay-Z, Alex Spiro, también se manifestó, subrayando la firmeza con la que su cliente enfrentó las acusaciones, «sin llegar nunca a un acuerdo, ni pagar un centavo», y logrando limpiar su nombre ante la opinión pública y legal.
La denuncia, presentada en diciembre pasado, contenía detalles de un supuesto ataque sexual en 2000 cuando la demandante tenía solo 13 años. No obstante, la credibilidad de la historia fue cuestionada por Jay-Z, quien argumentó incoherencias en el relato, lo cual fue admitido posteriormente por la propia denunciante.
Este evento coincide con la presentación de una nueva denuncia contra Sean ‘Diddy’ Combs, quien se encuentra en prisión preventiva mientras se prepara para enfrentar un juicio por cargos federales relacionados con crimen organizado y tráfico sexual, del cual se declara inocente. La nueva acusación proviene de una mujer que afirma que en 2020, Diddy le pagó a ella y a otras menores para participar en una «fiesta sexual» en Miami, sumándose a la larga lista de denuncias que el magnate musical ha enfrentado en los últimos meses.
Este caso no solo pone de relieve las complejidades del sistema judicial en casos de alto perfil, sino también los desafíos y traumas asociados a las acusaciones de abuso sexual, especialmente cuando involucran a figuras públicas de gran influencia.