Por Bruno Cortés

En medio de la polémica por la reforma en materia de nepotismo electoral, el diputado Alfonso Ramírez Cuéllar, vicecoordinador del Grupo Parlamentario de Morena, salió al paso de las acusaciones que lo señalaban como parte de negociaciones detrás de puertas cerradas para que la reforma aplicara en 2027. Según declaraciones que ofreció a medios de comunicación, Ramírez Cuéllar negó haber tenido conversaciones con Elías Lixa Abimerhi, coordinador del Grupo Parlamentario del PAN, o con actores del PRI o PVEM para solicitar votos a favor de la iniciativa.

«Yo nunca he hablado con él (Elías Lixa). Nunca le he pedido su voto. Yo nunca me he reunido con él ni con el (Partido) Verde. Ni hubo ninguna negociación ni nada», declaró el diputado, dejando en claro que no formó parte de las conversaciones en las que algunos insinuaron que se estaba buscando apoyo político para modificar la fecha de aplicación de la reforma electoral. En su lugar, Ramírez Cuéllar aclaró que la persona encargada de las negociaciones interpartidistas dentro de Morena es el coordinador de su bancada, Ricardo Monreal.

Ramírez Cuéllar también abordó el tema de la reforma que propone la presidenta Claudia Sheinbaum, explicando que la aplicación de las nuevas reglas de no reelección consecutiva y de nepotismo electoral a partir de 2030 fue diseñada para evitar que la reforma tuviera un objetivo personal o partidista. Según él, la medida busca ser una regla de aplicación general, sin dedicatorias y que no afecte a ningún actor político específico.

«Este tipo de reformas tiene que presentarse con anticipación. La ley es muy clara al respecto, las reformas electorales deben presentarse un año antes de que inicie el proceso electoral, y nosotros lo estamos haciendo con más de dos años de antelación», explicó Ramírez Cuéllar, refiriéndose a los plazos legales que rigen la presentación de reformas en el ámbito electoral.

El diputado de Morena destacó que dentro de su bancada no existe ningún tipo de imposición en cómo votar, reiterando que cada miembro tiene la libertad de votar como considere oportuno, y que en su caso, él siempre ha actuado con total libertad. Además, enfatizó que, a pesar de las acusaciones, las decisiones dentro de su grupo parlamentario siempre se toman de manera democrática y sin presiones externas.

Con este posicionamiento, Ramírez Cuéllar buscó despejar dudas sobre el proceso legislativo de la reforma en materia de nepotismo y reafirmó la postura de Morena en cuanto a su responsabilidad con el proceso electoral y la búsqueda de transparencia en las decisiones del Congreso.