Morena en la encrucijada: Monreal advierte que el mayor riesgo viene desde adentro

Por Bruno Cortés

 

Cuando un partido político arrasa en las urnas y gobierna gran parte del país, lo lógico sería pensar que vive su mejor momento. Pero según el senador Ricardo Monreal Ávila, líder de la bancada de Morena en el Senado y presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), justo ahí es donde se esconde el verdadero peligro: el exceso de confianza, los egos sueltos y la división interna.

En un artículo titulado “Encrucijada”, publicado en su portal personal, Monreal se puso serio y lanzó una especie de llamado a misa para toda la militancia morenista. Dice que tras las históricas victorias de 2018 y 2024, que llevaron a Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia y ahora a Claudia Sheinbaum como la primera presidenta de México, Morena está frente a un momento clave. No por lo que pueda hacer la oposición —que luce débil y sin rumbo—, sino por lo que pase al interior del movimiento.

Monreal advierte que el mismo poder que hoy fortalece a Morena podría, si no se maneja con cabeza fría, terminar fracturándolo. Y pone el dedo en la llaga: “si empezamos a dividirnos entre claudistas, obradoristas, puros, fundadores o arribistas, vamos directo a los errores del pasado”, dice. Esas etiquetas, explica, sofocan el debate interno y bloquean la aparición de nuevos liderazgos que podrían refrescar el proyecto de la Cuarta Transformación.

Y es que Morena, dice Monreal, no nació como un club exclusivo. Fue una convocatoria amplia, encabezada por AMLO, que logró reunir a gente muy diversa: desde activistas de izquierda hasta empresarios honestos, pasando por académicos, campesinos, obreros e incluso expriistas o expanistas. Esa amplitud, señala, fue la clave del triunfo y debe seguir siendo la brújula del movimiento.

El senador no se guarda nada. Asegura que si Morena olvida que el poder real está en el pueblo y se encierra en sus luchas internas, podría repetir la historia de otros movimientos que se apagaron por pelear entre sí. Y sí, suena a historia conocida: partidos que nacen con fuerza, pero se desgastan por dentro y acaban en ruinas.

Por eso insiste: unidad, apertura y diálogo. Morena debe seguir siendo una plataforma donde todas las voces puedan participar, siempre que no estén manchadas por corrupción, represión o vínculos con el crimen organizado. Y, sobre todo, debe mantener la humildad y la cercanía con la gente. Si se creen invencibles, dice Monreal, perderán la brújula.

Cita incluso a Immanuel Wallerstein, un intelectual que hablaba del “altermundismo” como un modelo alternativo al capitalismo global. La idea, dice Monreal, no es imponer una visión única del mundo, sino encontrar puntos en común entre distintas luchas. Para Morena, esa lección no solo es vigente, sino urgente.

En pocas palabras, el mensaje de Monreal es este: no basta con ganar elecciones. Hay que cuidar el movimiento desde adentro, o de lo contrario, el verdadero enemigo no estará en la oposición, sino en los espejos del poder.

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