El 2 de junio marcó un hito en la historia política del Estado de México, con un contundente triunfo de los candidatos afiliados a Morena y sus aliados, el PT y el PVEM.
Ya con el cómputo al cien por ciento de las actas del Programa de Resultados Preliminares (PREP) del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), se confirmó el llamado carro completo de Morena, devolviendo al poder a aquellos que habían perdido espacios de representación popular hace tres años.
El resultado electoral fue contundente: Morena y sus aliados se hicieron con 40 de los 45 distritos locales, estableciendo una mayoría absoluta de la izquierda en la próxima legislatura mexiquense.
Este logro señala un cambio significativo en el equilibrio de poder en el estado, con una fuerza política emergente que promete transformaciones profundas en la política local.
Pero el dominio de Morena no se limitó al ámbito legislativo. En el terreno municipal, el morenismo logró victorias importantes en 88 de los 125 municipios del Estado de México.
La recuperación de demarcaciones estratégicas del reconocido “corredor azul” como Naucalpan, Tlalnepantla, Cuautitlán Izcalli y Cuautitlán, resalta el poderío político y la capacidad de movilización de esta coalición.
Mientras, el PAN logró quedarse solo con Huixquilucan y Atizapán, donde sus alcaldes pudieron reelegirse en el cargo.
En municipios como Nicolás Romero, Ecatepec, Tultitlán, Nezahualcóyotl, Morena se afianzó como la primera fuerza electoral, demostrando que su presencia continuará por otros tres años más.
La continuidad en la jefatura del ayuntamiento de Nicolás Romero por tercera ocasión consecutiva, así como el arraigo de la votación por Morena en lugares como Ecatepec y Tultitlán, son testimonios del respaldo popular a la agenda de la 4T.
Pero quizás lo más significativo es el impacto del cambio en municipios como Jilotzingo, donde por primera vez se sentirá el efecto de la ola de la 4T.
Esta extensión de la influencia de Morena y sus aliados por todo el territorio mexiquense modifica radicalmente el mapa político del Edoméx, abriendo nuevas oportunidades y desafíos para la implementación de políticas progresistas y transformadoras.
El triunfo arrollador de Morena y sus aliados en las elecciones locales del Estado de México representa un cambio de paradigma en la política regional. Con una mayoría absoluta en el legislativo y una presencia dominante en los municipios clave, la 4T se consolida como una fuerza imparable que promete llevar adelante la agenda de cambio y transformación en beneficio de todos los mexiquenses.