Por Juan Pablo Ojeda
En un país tan diverso como México, el diálogo entre distintos sectores de la sociedad es esencial para construir un futuro más inclusivo y justo. Así lo afirmó el diputado Ricardo Monreal Ávila, coordinador del Grupo Parlamentario de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política, durante el lanzamiento de la Escuela de Líderes Católicos de la Ciudad de México en la Universidad Panamericana. En su intervención, Monreal destacó la importancia de crear espacios de intercambio y entendimiento entre las diferentes visiones que conforman el quehacer público en el país, y resaltó el valor de un Estado laico que respete la pluralidad de opiniones.
Monreal recordó que, aunque las personas que trabajan tanto para el Estado como para las iglesias pueden tener ocupaciones distintas, ambos sectores tienen un mismo fin: el bienestar colectivo de los mexicanos. A través de sus respectivas funciones, tanto el gobierno como las instituciones religiosas buscan contribuir a la felicidad del pueblo y la convivencia pacífica del país. Para Monreal, la clave está en encontrar los puntos en común, tales como la inseguridad, la desigualdad, el medio ambiente, la educación y la justicia, que son los temas que preocupan a todos, independientemente de su orientación política o religiosa.
Durante su discurso, el diputado subrayó que la Iglesia católica mexicana ha sido un actor fundamental en el análisis de los problemas sociales y en la propuesta de soluciones, siempre basadas en su visión humanista. Destacó que iniciativas como la Escuela de Líderes Católicos son un ejemplo claro de cómo las instituciones religiosas pueden aportar al debate público, en un marco de respeto y tolerancia. Según Monreal, este tipo de iniciativas son muy valiosas y pueden enriquecer la vida legislativa del país, pues promueven la participación activa y el intercambio de ideas desde un enfoque de parlamento abierto, un modelo que la Cámara de Diputados está promoviendo para involucrar a la sociedad en la toma de decisiones.
Además, Monreal defendió el carácter laico del Estado mexicano, resaltando que la historia de México ha demostrado que, a pesar de que una gran parte de la población es católica, el país nunca ha sido un Estado teocrático. De acuerdo con el diputado, la libertad religiosa en México es una realidad, pero esta libertad debe ejercerse siempre dentro de los límites del respeto al Estado laico, sin que ninguna creencia religiosa interfiera con el funcionamiento de las instituciones del gobierno.
Monreal concluyó su mensaje con una visión esperanzadora para el futuro del país, confiando en que la Escuela de Líderes Católicos será una semilla que fomentará el pensamiento a favor de los derechos humanos, la libertad y la dignidad de las personas. Para él, la igualdad social, económica, política y cultural debe ser un objetivo común para todos los mexicanos. En su opinión, no debe haber exclusión en el camino hacia un México mejor, y todos deben caminar juntos para lograrlo.
El llamado de Monreal es claro: el diálogo entre todos los sectores de la sociedad, sin importar las diferencias de creencias, es esencial para construir un México más justo y democrático. A través de iniciativas como la Escuela de Líderes Católicos, se busca fomentar una cultura de respeto y colaboración que fortalezca el tejido social y la democracia en el país.