Por Bruno Cortés
En San Lázaro se prendieron los focos rojos. Ricardo Monreal Ávila, coordinador de Morena y uno de los pesos pesados del Congreso, puso sobre la mesa algo que ya venía generando molestia en la política mexicana: los spots de la secretaria de Seguridad de Estados Unidos que, según él, son una cachetada al respeto entre países. No lo dijo con medias tintas. Para Monreal, lo que está pasando es una “campaña ofensiva, injerencista y discriminatoria”. Y no basta con mandar una notita diplomática; hay que ir más allá.
Por eso, desde el Congreso, está empujando una reforma urgente para cerrar la puerta legal a cualquier intento extranjero de meter ideología, miedo o división en la radio, la tele o el cine mexicanos. Lo que propone es claro: modificar leyes como la de Radio y Televisión, la de Discriminación y la de Comunicaciones y Radiodifusión para dejar bien escrito que aquí no se permite propaganda extranjera que ataque, discrimine o mienta. Y quien lo haga, que se atenga a las consecuencias.
Según Monreal, ni es paranoia ni nacionalismo desbordado. Es simplemente sentido común: ningún otro país debería tener permiso para venir a señalar a los migrantes como criminales, ni a sembrar miedo con fines electorales. Así lo dijo en la conferencia “Legislativa del Pueblo”, donde también adelantó que la presidenta Claudia Sheinbaum ya está en sintonía con este tema y enviará su propia iniciativa para blindar a México de este tipo de mensajes.
Pero el asunto no quedó ahí. Monreal aprovechó el micrófono para actualizar sobre varios temas candentes en la agenda legislativa. Uno de ellos es la nueva Ley para eliminar la tramitología absurda —como él mismo la llamó— que buscará cortar de tajo los famosos «moches», filas eternas, papeles innecesarios y a los intermediarios de siempre. El corazón de la propuesta es una ventanilla digital única donde cualquier trámite pueda hacerse desde casa, sin mordidas ni complicaciones. El objetivo: un gobierno moderno, ágil y sin corrupción.
Además, adelantó que ya se aprobó el Reglamento Interno de la Comisión Permanente, pieza clave para cuando el Congreso entra en receso, y que se viene la discusión de la Ley de Armas de Fuego y Explosivos, entre otras que pasarán esta misma semana.
Y ojo, porque aunque el periodo ordinario de sesiones está a punto de cerrar, ya se cocina un periodo extraordinario después de la elección del Poder Judicial, entre el 5 y el 10 de junio. ¿Para qué? Para meterle velocidad a temas como seguridad pública, desapariciones, y, sobre todo, la gran reforma judicial que cambiará el rostro del sistema de justicia en México. Se vienen cambios en la Guardia Nacional, el Código de Procedimientos Penales, y hasta en la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación.
Monreal cerró dejando claro que tiene línea directa con Sheinbaum, que hay colaboración entre poderes, y que todo lo que están empujando es para que el nuevo gobierno —que arranca el 1º de septiembre— tenga las reglas del juego claras y listas para aplicarse.
Así que entre defender la soberanía frente a Estados Unidos, meterle tijera a la burocracia, y rediseñar el sistema judicial del país, el Congreso tiene agenda para rato. Y Monreal lo tiene claro: las reformas no esperan, y mucho menos cuando se trata de proteger a México desde sus propias leyes.