Monreal baja el tono: la reforma en telecom sí va, pero con respeto a la ley

Por Bruno Cortés

 

En medio de la polémica por la nueva Ley de Telecomunicaciones, que ha encendido alertas en la oposición por presuntos intentos de censura y control de medios, el coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal Ávila, salió a calmar las aguas. Asegura que sí, la reforma va, pero que se hará “de acuerdo con la ley” y sin brincarse el proceso legislativo.

Desde su trinchera como presidente de la Junta de Coordinación Política, Monreal dejó claro que esta y otras leyes —como la de administración y servicios digitales, y la del escudo e himno nacional— están en la lista de prioridades del oficialismo, sobre todo porque forman parte de la agenda de la presidenta de la República. Aunque también matizó: las iniciativas de diputadas y diputados también están siendo dictaminadas, pero las del Ejecutivo van primero.

La agenda del Congreso, según explicó, viene cargadita. Se espera una “miscelánea parlamentaria” con reformas al Reglamento de la Permanente, ajustes a las funciones de la Contraloría y la designación del nuevo titular del Órgano Interno de Control del Inegi, que actualmente está sin cabeza. Además, se trabaja en cambios al artículo 18 de la ley del Escudo e Himno Nacional para incluir el reconocimiento de mujeres en fechas cívicas, y otra reforma en materia ferroviaria.

Sobre la polémica Ley de Telecomunicaciones, Monreal reconoció que el Senado está más avanzado en la discusión, incluso con posibilidad de aprobarla el lunes. Él ya recibió un adelanto del dictamen, aunque de forma informal. Y sí, dijo haber hecho observaciones, pero prefirió no ventilarlas públicamente “para no exponer a nadie”.

Aunque defendió que hay cosas valiosas en la reforma, también aceptó que hay aspectos que pueden y deben mejorarse. No se trata, dijo, de verlo como blanco o negro: no es una ley totalmente buena ni totalmente mala. La intención es que, antes del miércoles —fecha límite para aprobarla en esta etapa del periodo—, se logre una versión enriquecida que respete la libertad de expresión y que no genere sospechas de censura.

En resumen, Monreal busca ponerle una pausa al dramatismo político: Morena tiene prisa, pero también quiere que el proceso se vea limpio. Mientras tanto, en la Cámara baja, el reloj legislativo corre y las discusiones se acumulan. Lo que está en juego no es solo una ley técnica, sino el delicado equilibrio entre gobernabilidad, transparencia y derechos ciudadanos.

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