Mil 500 migrantes cruzan Río Bravo pese al frío y el agua helada
El contingente llegó en 19 autobuses a Ciudad de Juárez, Chihuahua, escoltados por unidades de la policía local mexicana, y allí cruzaron las aguas muy frías del río, saltar el muro de forma pacífica junto al muro fronterizo y allí solicitaron refugio en el vecino país.
Santiago González Reyes, director de Derechos Humanos del municipio de Juárez, informó que unos 850 indocumentados se instalaron para descansar antes de cruzar la frontera, en el refugio municipal Kiki Romero, el resto se fue al albergue federal Leona Vicario.
Personal de la Dirección General de Centros Comunitarios de México les brindaron 20 consultas médicas y entregaron 60 cobijas para cubrirse del frío.
González Reyes destacó que es la primera caravana de migrantes que se recibe en esta ciudad fronteriza, integrada por nicaragüenses, Honduras, Guatemala, Panamá, Perú, Haití y otros países.
Desde el sábado ya había una fila de migrantes en el lugar del bordo del río Bravo, donde termina el muro fronterizo, frente al bulevar Bernardo Norzagaray de Ciudad Juárez, porque los extranjeros eran procesados por agentes de la Patrulla Fronteriza, en grupos de 30 personas cada 30 minutos.
Con el arribo de la caravana, la fila creció a más de mil 500 migrantes y alcanzó hasta un kilómetro, la cual comenzaba a la altura de calle Cobre y llegó al conocido como Puente Negro, por donde pasa el ferrocarril, en las inmediaciones del puente internacional Paso del Norte, en la zona centro de Ciudad Juárez y El Paso.
La mañana de ayer había indocumentados que ya acumulaban hasta 16 horas formados, en espera de ser procesados. Debido al descenso de la temperatura, de 3,0 grados en la madrugada, algunos encendieron fogatas.
En el Congreso del estado informaron que se realiza una solicitud a la Federación, a través de un punto de acuerdo, para que atienda la problemática migratoria en la frontera de Chihuahua.
Hasta ahora la parte mexicana no ha recibido notificación de las autoridades estadounidenses, ni tampoco de los que fungen como voceros de los migrantes apostado en el otro lado del río.