CDMX, 25 de enero del 2023.- Aparte de otros puestos menores, el sujeto fue nombrado por el entonces presidente Vicente Fox Quesada, primer director de la Agencia Federal de Investigaciones, AFI, -quisieron emular a la Agencia Central de Inteligencia (CIA), estadounidense-, y en el sexenio siguiente, el presidente Felipe Calderón, secretario de Seguridad Pública Federal.
Desde luego que respetamos el principio de la presunción de inocencia, sin embargo, son tantas las denuncias que se han ido recopilando en notas, reportajes, crónicas y artículos de fondo, tanto en prensa escrita como en la radio y la televisión así como en los medios cibernéticos y además de infinidad de libros, que no vemos escapatoria para García Luna.
Precisamente por sus encumbrados puestos de responsable de la seguridad pública de nuestro México, es de señalarlo con esta denominación, que hemos acuñado: “El capo con poder del capo de los capos”, y nos quedamos cortos.
Para darnos una idea más clara de lo que estamos analizando, la justicia de Estados Unidos, en el sustento de sus acusaciones, lo señala como un traidor a su país, México, y a la propia Unión Americana.
Por ello mismo el gobierno de México, mediante denuncia, ha reclamado 700 millones de dólares a García Luna en una corte en Florida.
El presidente, Andrés Manuel López Obrador, al referirse a lo que ha llamado “un drama judicial”, informó que el Gobierno mexicano tiene una causa abierta en un tribunal en Florida, donde residía el supuesto “arquitecto de la guerra contra el narcotráfico en México”, en la que reclaman la devolución de esos millones de dólares del patrimonio del exfuncionario en Estados Unidos.
“Consideramos importante, dijo, que la gente conozca cómo se está llevando a cabo este juicio. Es importante porque es muy vergonzoso, se trata de una autoridad del más alto nivel que estaba a cargo de la seguridad pública durante el Gobierno de Calderón -y antes de Fox-, y que tenía una doble función, según las acusaciones que está haciendo el Gobierno de Estados Unidos… Al mismo tiempo que se encargaba de la seguridad pública protegía a uno de los carteles o grupos de la delincuencia organizada”.
En la primera audiencia del juicio, que tuvo lugar este lunes, se nos informa, que Sergio Villarreal Barragán, alias El Grande, antiguo colaborador del Cártel de Sinaloa y el Cártel de Juárez, declaró que la organización encabezada por Joaquín El Chapo Guzmán gozó del apoyo del exfuncionario.
Supuestamente recibió sobornos mensuales de más de un millón de dólares, durante años. “Con ayuda del gobierno, el cártel creció en cuanto a territorio, en la cantidad de drogas que movíamos y eliminó a sus enemigos”, afirmó el testigo ante la corte de Brooklyn.
La lucha por el patrimonio de García Luna, específicamente 700 millones de dólares y “otros posibles activos”, se está dando también en los tribunales de Estados Unidos. El mandatario ha relatado que los abogados del exfuncionario mexicano intentaron derribar la denuncia apelando a que no era una disputa para dar en la justicia estadounidense.
“Sus abogados plantearon que no tenía México por qué ir a litigar allá, y un juzgado en Florida nos dio la razón. Sí podemos y se está trabajando en ello”. “Se habla también de que acumuló una fortuna de muchísimo dinero, alrededor de mil millones de dólares”, ha agregado el presidente, “lo que nosotros vamos a procurar es recoger el dinero”, enfatizó.
Sí, desde luego estamos ante “el capo con poder del capo de los capos”, y esto, para decirlo en palabras llanas, estamos, nada más ni nada menos que, ante el poder los barones de la droga de Estados Unidos, de México y de muchas otras naciones, mismos que no dan la cara, que se esconden entre las bambalinas de la protección que da el mismo poder del dinero. En conclusión: un narcogobierno, es más peligroso que el capo de los capos.
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*Colaborador de Prensa Latina. Periodista y escritor; presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP; presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos.