México se une en oración y vigilia por desaparecidos: esperanza y solidaridad

La Catedral Metropolitana de la Ciudad de México fue escenario de una emotiva misa en honor a las personas desaparecidas, seguida de una vigilia en el Zócalo capitalino que resaltó la unidad y esperanza de la sociedad mexicana.​

El reciente descubrimiento de un presunto centro de adiestramiento y exterminio del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en Teuchitlán, Jalisco, ha conmocionado al país. En respuesta, la Arquidiócesis de México organizó una misa en la Catedral Metropolitana, donde el arzobispo hizo un llamado a las autoridades para escuchar a las familias de los desaparecidos y pidió perdón por la falta de empatía y apoyo hacia las víctimas. ​

Durante la ceremonia, se enfatizó la importancia de la solidaridad y el acompañamiento a las familias afectadas, resaltando la necesidad de mantener viva la esperanza en la búsqueda de sus seres queridos. El acto religioso sirvió como un espacio de consuelo y reflexión para quienes enfrentan la dolorosa incertidumbre de la desaparición de un familiar.​

Posteriormente, en el Zócalo capitalino, colectivos de búsqueda y organizaciones civiles llevaron a cabo una vigilia en protesta por las desapariciones en el país. El colectivo Huellas de la Memoria y la Red Regional de las Familias Migrantes convocaron a este evento, en el cual se colocaron 400 velas y 400 pares de zapatos, simbolizando a las víctimas y la esperanza de su regreso. ​

Durante la vigilia, se rindió un emotivo homenaje al colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, cuyos integrantes, armados con herramientas rudimentarias y sin apoyo gubernamental, descubrieron el rancho en Teuchitlán. Este hallazgo evidencia la labor incansable de los colectivos de búsqueda y su compromiso con la verdad y la justicia. ​

El Rancho Izaguirre, ubicado en Teuchitlán, operaba como un centro clandestino de adiestramiento y exterminio desde al menos 2018. En el lugar se encontraron hornos crematorios, restos humanos, ropa, mochilas y otros objetos personales, lo que refleja la magnitud de las atrocidades cometidas. ​

La respuesta de la sociedad civil ha sido ejemplar, mostrando una profunda solidaridad con las familias afectadas. Estas acciones han puesto en evidencia la falta de respuesta efectiva por parte de las autoridades y han resaltado la importancia de la participación ciudadana en la lucha contra la impunidad.​

La presidenta Claudia Sheinbaum ha exigido transparencia en las investigaciones y ha instado a las autoridades locales a actuar con diligencia. Este llamado refuerza la necesidad de una colaboración estrecha entre gobierno y sociedad para enfrentar la crisis de desapariciones que afecta al país. ​

La misa y la vigilia no solo honraron la memoria de las víctimas, sino que también fortalecieron el tejido social al unir a diversos sectores en una causa común. La participación activa de la ciudadanía es un paso positivo hacia la construcción de un México más justo y solidario.​

En medio del dolor, la unidad y la esperanza emergen como pilares fundamentales para avanzar hacia la verdad y la justicia. La sociedad mexicana ha demostrado que, ante la adversidad, la empatía y la acción conjunta pueden marcar la diferencia en la construcción de un futuro más humano y equitativo.

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