CDMX a 14 de agosto, 2024.- La economía de México sigue mostrando señales preocupantes de estancamiento, según el último informe presentado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). El informe, titulado «Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2024: Trampa de bajo crecimiento, cambio climático y dinámica del empleo», advierte sobre la disminución en las expectativas de crecimiento económico para el país, situándolas en un 1.9% para este 2024, una baja considerable respecto al 2.5% que se había proyectado a inicios del año.
El informe de la CEPAL destaca que América Latina en general está atrapada en un ciclo de bajo crecimiento económico, con una previsión regional que también ha sido ajustada a la baja, situándose en un 1.8%. En el caso de México, la situación es particularmente preocupante, ya que se espera que el crecimiento del PIB disminuya aún más en 2025, el primer año del gobierno de Claudia Sheinbaum, con una proyección de solo un 1.4%.
Durante la presentación del reporte, José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la CEPAL, explicó que la pérdida de dinamismo económico en México se debe a varios factores, entre ellos la incertidumbre a nivel internacional y la reducción en el gasto público esperada para la siguiente administración. Además, el menor ritmo de consumo y los bajos niveles de inversión, impulsados por la desaceleración económica en Estados Unidos, han contribuido significativamente a este panorama sombrío.
Otro factor relevante que se menciona en el informe es la caída en la producción de alimentos debido a las sequías y los bajos niveles de agua en los embalses, lo que ha afectado seriamente las actividades agroindustriales. Además, la industria automotriz, una de las principales en el país, también ha registrado una disminución en su producción, lo que agrava aún más la situación económica.
A pesar de este panorama desalentador, el informe de la CEPAL reconoce que México tiene un potencial considerable para beneficiarse del fenómeno de la relocalización de inversiones conocido como nearshoring. Sin embargo, Salazar-Xirinachs advirtió que, aunque México es el país mejor posicionado en la región para aprovechar esta oportunidad, el impacto económico estimado sería limitado, representando solo un 2% del PIB, lo que no sería suficiente para impulsar un crecimiento significativo.
Con estas proyecciones, México enfrenta un desafío económico considerable para los próximos años. Mientras que el nearshoring ofrece una oportunidad, la falta de dinamismo en otros sectores clave, junto con factores climáticos adversos y la influencia de la economía estadounidense, sugieren que el país deberá buscar estrategias adicionales para revitalizar su economía y proteger el bolsillo de sus ciudadanos.