Ciudad de México, 12 de diciembre de 2024 – En un despliegue de fe y tradición, millones de mexicanos se congregaron hoy alrededor de la Basílica de Guadalupe para celebrar el Día de la Virgen de Guadalupe. La festividad, que celebra las apariciones de la Virgen María a Juan Diego en 1531, ha sido una vez más un símbolo de unidad y devoción en todo el país.
Desde las primeras horas de la mañana, la Basílica, situada en el cerro del Tepeyac, se convirtió en el epicentro de una multitudinaria peregrinación. Los fieles, provenientes de todas partes de México y algunos incluso desde el extranjero, participaron en misas, procesiones y danzas tradicionales. El canto de «Las Mañanitas» a la medianoche marcó el inicio de un día lleno de actos litúrgicos y culturales, donde destacaron las danzas de los Matachines y los concheros, que con sus coloridos atuendos y movimientos rítmicos honraron a la «Morenita».
La celebración no solo es religiosa; es un reflejo de la identidad mexicana. La Virgen de Guadalupe, cuya imagen milagrosa en la tilma de Juan Diego es una de las reliquias más veneradas del mundo católico, representa la fusión de culturas indígenas y españolas, convirtiéndose en una figura central en la historia y el folclore mexicano. Hoy, su imagen sigue siendo un emblema de esperanza, protección y amor.
En las redes sociales, el hashtag #VirgenDeGuadalupe ha inundado la plataforma X, con usuarios compartiendo fotos, vídeos de las celebraciones, y testimonios de fe. La devoción se ha manifestado en pedidos de bendiciones para la salud, el empleo y las relaciones personales, mostrando la profunda conexión que los mexicanos sienten con su patrona.
La jornada ha sido también un recordatorio de cómo esta festividad trasciende lo religioso para convertirse en un evento cultural que une a la nación. Las calles alrededor de la Basílica se han llenado de puestos de comida, artesanías y música, creando un ambiente festivo que envuelve a todos los presentes en un abrazo de comunidad y tradición.
En resumen, el Día de la Virgen de Guadalupe de este año ha sido no solo una manifestación de fe, sino también un testimonio vivo de la cultura, la historia y el corazón de México.