CDMX a 5 de abril, 2024.- En una votación que refleja una creciente sensibilidad hacia las experiencias dolorosas de las familias, la Cámara de Diputados de México ha aprobado una reforma significativa a la Ley General de Salud, dirigida a garantizar una atención digna, humana y ética durante las muertes prenatales, perinatales y neonatales. Con 412 votos a favor y solo uno en contra, esta legislación promete cambiar la manera en que el sistema de salud se enfrenta a uno de los momentos más difíciles que pueden experimentar padres y madres: la pérdida de un hijo.
La reforma, ahora en camino al Senado para su ratificación, establece que la atención a estas muertes debe basarse en principios éticos y profesionales, respetando los derechos humanos y la dignidad de las personas afectadas. La legislación reconoce y define los derechos de los progenitores, incluida la recepción de información clara y oportuna, así como el acceso a apoyo emocional y psicosocial durante el proceso de duelo.
Este cambio legislativo, impulsado por la diputada Mariana Erandi Nassar Piñeyro del PRI, busca fomentar una atención multidisciplinaria en hospitales, abarcando desde la contención emocional hasta la asesoría legal para los trámites postmortem. Conocida como la «Ley Olivia», esta reforma representa un paso fundamental hacia la visibilización y el reconocimiento del impacto emocional de las muertes tempranas, proporcionando un marco de apoyo integral para los padres y madres en duelo.
La iniciativa subraya la importancia de permitir que los progenitores se despidan de sus hijos en situaciones de gravedad, un aspecto fundamental en el proceso de duelo que a menudo es pasado por alto en los protocolos hospitalarios. Además, recalca la necesidad de proporcionar información precisa sobre las causas de la muerte y asegurar el acceso a servicios de apoyo psicológico.
La «Ley Olivia» se alinea con los tratados internacionales sobre derechos humanos y representa un avance significativo en el cuidado de la salud mental y emocional de las familias mexicanas. Al abordar una demanda largamente expresada por padres y madres que han enfrentado la indescriptible tragedia de perder a un hijo, esta reforma establece un precedente de compasión y comprensión en el sistema de salud.