La Jabalinada
Por Bruno Cortés
La reciente detención de Ismael «El Mayo» Zambada en Texas ha desatado un torbellino de controversias sobre la soberanía de México y las dinámicas de poder en la región. El arresto del líder del Cártel de Sinaloa por parte de la DEA sin la participación directa del gobierno mexicano ha avivado viejos debates sobre la injerencia de Estados Unidos en los asuntos internos de México. Pero mientras esta discusión sigue en el aire, el embajador estadounidense Ken Salazar ha encendido otro frente: la crítica a la reforma judicial propuesta por el presidente López Obrador, que según él, podría poner en jaque la democracia y la economía mexicana bajo el T-MEC.
El golpe al Cártel de Sinaloa y la soberanía mexicana
La captura de «El Mayo» Zambada, uno de los narcotraficantes más buscados del mundo, fue presentada por la DEA como un triunfo en la lucha contra el narcotráfico. Sin embargo, el hecho de que esta operación se haya llevado a cabo sin la participación de las autoridades mexicanas ha levantado cejas. ¿Dónde queda la soberanía de México cuando un país extranjero opera en su territorio sin su consentimiento? El gobierno de AMLO ha sido claro al exigir explicaciones a Washington, denunciando lo que percibe como una violación a su autonomía.
El narcotráfico es, sin duda, un flagelo que afecta a ambos lados de la frontera, pero las acciones unilaterales de Estados Unidos generan una narrativa de subordinación que México no está dispuesto a aceptar. En un contexto donde se busca fortalecer la cooperación bilateral, este tipo de operaciones pueden tener el efecto contrario, erosionando la confianza y generando tensiones innecesarias.
La reforma judicial de AMLO y las críticas de Ken Salazar
En paralelo, el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, ha manifestado su preocupación por la reforma judicial impulsada por López Obrador. La propuesta de elegir a los jueces por voto popular, según Salazar, podría abrir la puerta a la manipulación por parte de cárteles y grupos criminales, debilitando el Estado de Derecho y afectando la confianza de los inversionistas en México. El embajador no dudó en relacionar esta reforma con posibles impactos negativos en la integración económica bajo el T-MEC.
Este tipo de declaraciones han sido recibidas con rechazo por parte del gobierno mexicano, que considera que tales comentarios representan una injerencia en su política interna. La SRE ya ha enviado una nota diplomática de protesta, subrayando que las decisiones sobre el sistema judicial mexicano competen únicamente a los mexicanos. AMLO, por su parte, ha calificado las palabras de Salazar como imprudentes, reafirmando su postura de no permitir injerencias externas.
Tensión dentro del PRI: Alito vs. Beltrones
Mientras tanto, en el ámbito político nacional, las tensiones dentro del PRI han alcanzado un punto álgido con la exclusión de Manlio Fabio Beltrones de la bancada del Senado. Alejandro Moreno, conocido como «Alito», ha dejado claro que en su partido ya no hay lugar para «los intocables». La decisión de no admitir a Beltrones en el grupo parlamentario es vista como un intento de Moreno por consolidar su poder, aunque esto podría tener consecuencias no deseadas, como un reagrupamiento de fuerzas opositoras que busquen desafiar la hegemonía de Morena.
Beltrones, con su experiencia y trayectoria, podría convertirse en un actor clave en la formación de nuevas alianzas opositoras. Si bien ha manifestado su intención de actuar como independiente, su figura sigue siendo influyente y su exclusión podría llevar a una mayor fragmentación dentro del PRI, o incluso a la formación de bloques opositores más fuertes.
La encrucijada política de México
México se encuentra en una encrucijada política donde la soberanía, la lucha contra el narcotráfico y la reforma del sistema judicial se entrelazan en un complejo juego de poder. La detención de «El Mayo» Zambada y las críticas de Ken Salazar a la reforma judicial son dos caras de una misma moneda: la constante tensión entre la autonomía mexicana y la influencia estadounidense. Mientras el PRI lidia con sus propios demonios internos, el país enfrenta desafíos que requerirán de una gran habilidad política para navegar en estas aguas turbulentas.