México Enfrenta Crisis de Desaparecidos con Tecnología Tardía

Por Bruno Cortés
El eco de las voces que claman por justicia resuena en las oficinas de la Secretaría de Gobernación, donde el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO) reporta un acumulado histórico de entre 124,276 y 125,325 casos al cierre de este jueves. Sin embargo, en este escenario sombrío, una luz de esperanza emerge: el gobierno mexicano ha anunciado el fortalecimiento de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) con tecnología de punta, un paso que promete transformar la lucha contra una de las crisis humanitarias más persistentes del país.
Los datos más recientes, respaldados por el RNPDNO y declaraciones en medios como MVS Noticias, muestran que solo en 2024 se registraron 13,627 desapariciones, la cifra anual más alta hasta ese momento. En lo que va de 2025, hasta el 11 de marzo, se sumaron 2,847 casos adicionales.
Este incremento constante, que abarca desde 1952 pero se concentra mayormente desde 2006, refleja la urgencia de una respuesta efectiva. La CNB, ahora armada con herramientas tecnológicas avanzadas, busca revertir esta tendencia y devolver certezas a miles de familias.
La estrategia del gobierno no solo se basa en números, sino en acción tangible. La integración de sistemas de geolocalización, análisis de datos masivos y colaboración interinstitucional está diseñada para agilizar las búsquedas. En un país donde el 88% de las desapariciones registradas desde el año 2000 permanecen sin resolverse, según el informe de la Red Lupa 2024, esta modernización representa un cambio de rumbo. Las oficinas de la CNB, antes abarrotadas de expedientes polvorientos, ahora vibran con el zumbido de servidores que procesan información en tiempo real.
Durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), se estima que ocurrieron unas 54,000 desapariciones, mientras que en los primeros cinco meses del gobierno de Claudia Sheinbaum se han sumado 6,700 casos más. Sin embargo, el enfoque actual trasciende las críticas al pasado y se centra en resultados. La CNB ha localizado a 20,193 personas hasta marzo de 2024, según datos oficiales de la Secretaría de Gobernación, un logro que ahora se busca ampliar con tecnología que cruza bases de datos y detecta patrones invisibles al ojo humano.
Las calles de ciudades como Jalisco, que encabeza la lista con más de 14,915 casos según el RNPDNO, podrían ser testigos de un cambio. Las familias, agotadas por años de búsqueda entre fosas clandestinas y trámites burocráticos, encuentran en esta iniciativa un motivo para mantener la fe. La tecnología no reemplaza el esfuerzo humano, pero lo potencia: cada señal de GPS, cada coincidencia en una base de datos, es un paso más cerca de un reencuentro o, al menos, de una respuesta definitiva.
La desconfianza en las autoridades, que históricamente ha llevado a subregistros, también está en la mira. La CNB, en coordinación con fiscalías locales y federales, ha implementado un centro telefónico y visitas domiciliarias que, hasta marzo de 2024, contribuyeron a localizar a más de la mitad de las 20,193 personas encontradas. Este enfoque, combinado con la nueva infraestructura tecnológica, busca reconstruir la credibilidad del Estado frente a una sociedad marcada por el dolor y la incertidumbre.
Organizaciones como Amnistía Internacional han destacado que las colectivas de madres buscadoras han sido pilares en esta lucha, a menudo más confiables que las instituciones. Sin embargo, el anuncio del gobierno el 18 de marzo, reportado por MVS Noticias, subraya un compromiso renovado: la tecnología no solo apoyará a las autoridades, sino que también facilitará la colaboración con estos grupos. En un país donde cada cifra representa un nombre, una historia y una familia, este esfuerzo conjunto podría ser el puente hacia la justicia largamente esperada.
Para confirmar la cifra exacta al 20 de marzo de 2025, sería necesario consultar el portal oficial del RNPDNO o un comunicado de la CNB. No obstante, el panorama es claro: México enfrenta un desafío monumental, pero las herramientas están sobre la mesa. Con 124,276 personas aún sin localizar según las estimaciones más conservadoras, el fortalecimiento tecnológico de la CNB no es solo una promesa, sino una necesidad imperante que podría cambiar el destino de miles.

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