En un mundo cada vez más digitalizado, la ciberseguridad se ha convertido en una preocupación crítica para gobiernos y empresas en todo el mundo. México, en su camino hacia la fortaleza en esta área, ha logrado avanzar en el Índice de Ciberseguridad Global (ICG) de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT). Sin embargo, los desafíos persisten y se requiere un esfuerzo sostenido para mejorar su posición y garantizar una protección efectiva contra las amenazas cibernéticas.
Posición en el Ranking Global
Según el ICG de 2018, México ocupa el puesto 63 de 175 países en cuanto a la preparación de seguridad cibernética. Aunque este no es el peor resultado posible, aún queda mucho por hacer. México ha obtenido un puntaje de 0.629 en una escala donde 1 es la calificación máxima. En la región de las Américas, se ubica en el cuarto lugar, por debajo de Estados Unidos, Canadá y Uruguay, pero por encima de Paraguay y Brasil.
Los Pilares de la Ciberseguridad
El ICG evalúa a los países en cinco pilares fundamentales: legal, técnico, organizacional, capacidad de desarrollo cibernético y cooperación. Estos pilares abarcan áreas que van desde la legislación y regulación relacionada con la ciberseguridad hasta la capacidad de respuesta técnica y la cooperación internacional en la lucha contra las amenazas cibernéticas.
El Camino Hacia la Mejora
El posicionamiento de México en el ICG muestra avances notables en la conciencia y la preparación en ciberseguridad. Sin embargo, para ascender en el ranking y fortalecer la ciberseguridad nacional, se deben abordar desafíos clave. Esto incluye la promulgación y actualización de leyes y regulaciones relacionadas con la ciberseguridad, la inversión en capacitación técnica y la promoción de una cultura de seguridad cibernética en todos los sectores de la sociedad.
México ha avanzado en la senda de la ciberseguridad, pero aún se encuentra en una posición intermedia en el escenario global. La protección efectiva contra las amenazas cibernéticas es esencial en un mundo cada vez más conectado, y México debe seguir trabajando para fortalecer sus defensas en línea. El ICG es una herramienta valiosa para evaluar el progreso en este campo, y el país tiene la oportunidad de mejorar su posición en futuras ediciones a través de una mayor inversión y esfuerzos coordinados en ciberseguridad