Por Juan Pablo Ojeda
El gobierno mexicano realizó este martes una emisión histórica de bonos por casi 1,500 millones de dólares, con el objetivo de financiar la adquisición de 13 plantas eléctricas compradas a la española Iberdrola en febrero pasado. La operación, gestionada a través del Fideicomiso de Inversión en Energía México (Fiemex), representa la colocación de deuda más grande en el sector energético del país y de la región Latinoamericana, según un comunicado de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
El bono, con una tasa fija de 7.25% y un vencimiento en 2041, responde al “fuerte apetito de los inversionistas por el país”. La colocación de este instrumento financiero permitirá refinanciar el crédito a corto plazo obtenido de instituciones como Barclays México, BBVA, Santander y SMBC.
Además, la semana pasada se completaron las aprobaciones finales para la participación de las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores) y otros inversionistas institucionales, quienes contribuyeron con 857 millones de dólares al fondo. La Secretaría de Hacienda detalló que el monto total de la compra de las 13 plantas, que incluye 12 centrales de ciclo combinado y un parque eólico con una capacidad de generación de 8.5 gigavatios, ascendió a 6,200 millones de dólares y fue financiado inicialmente por el Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin).
Con esta emisión, la participación del Fonadin en el financiamiento se reduce a 64.6%, cumpliendo así con las condiciones impuestas por la Comisión Federal de Competencia Económica. La compra de las plantas forma parte de los esfuerzos del gobierno para fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), asegurando que la empresa estatal asuma el 54% de la generación total de electricidad en México.
La colocación de este bono en dólares se produce en un contexto de volatilidad del peso, influenciada por recientes indicadores económicos en Estados Unidos y cambios legales internos que han incrementado la aversión al riesgo. No obstante, la SHCP destacó que la emisión logró atraer a 200 inversionistas, generando un interés casi cuatro veces mayor que el monto de la deuda emitida.