CDMX a 11 de abril, 2024.- La escalada de tensiones diplomáticas entre México y Ecuador ha alcanzado un nuevo pico con la presentación de una denuncia formal por parte de México ante la Corte Internacional de Justicia. En el corazón del conflicto se encuentra la irrupción de la embajada mexicana en Ecuador, un acto que, según Alejandro Celorio Alcántara, consultor jurídico de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, constituye una clara violación de la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas.
El asalto a la sede diplomática mexicana, que resultó en la detención del exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, ha sido criticado por México como una infracción a las normas internacionales que protegen la integridad y soberanía de las representaciones diplomáticas. Celorio subrayó que no existe justificación alguna para que Ecuador haya procedido de tal manera, rechazando cualquier intento de equilibrar las supuestas violaciones cometidas por ambos países.
Durante una conferencia de prensa el 11 de abril, Celorio detalló las razones por las cuales México considera que Ecuador ha infringido repetidamente la Convención de Viena, destacando ataques contra la vida y la dignidad del personal diplomático, intervención en las comunicaciones de la embajada y obstrucción del trabajo diplomático.
Con la denuncia presentada ante la Corte Internacional de Justicia, México busca no solo reivindicar su posición sino también solicitar medidas provisionales que aseguren la protección de su embajada en Ecuador. Este paso inicial en el procedimiento legal internacional marca el comienzo de un proceso en el que ambas naciones tendrán que exponer sus argumentos y defender sus acciones ante el más alto tribunal de justicia internacional.
Este conflicto pone de manifiesto la importancia de respetar los acuerdos y convenciones que rigen las relaciones internacionales, especialmente aquellos que protegen las misiones diplomáticas y a su personal. La resolución de este caso podría sentar un precedente importante en el derecho internacional, reafirmando el valor de la diplomacia y el respeto mutuo entre las naciones.
La comunidad internacional observa atentamente el desarrollo de este caso, que no solo afecta a México y Ecuador sino que también pone a prueba la eficacia y autoridad de los organismos y convenios internacionales diseñados para resolver disputas entre países de manera pacífica y justa.