Por Juan Pablo Ojeda
En un contexto marcado por las crecientes amenazas de deportaciones masivas desde Estados Unidos, la delegación de México utilizó el segmento de alto nivel del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra para subrayar el valor y la contribución de las comunidades migrantes en los países de acogida. En su intervención, el subsecretario de Asuntos Multilaterales mexicano, Enrique Javier Ochoa, hizo un llamado urgente para garantizar que los derechos de las personas migrantes sean respetados en todo momento, particularmente cuando se trata de retornos y deportaciones.
Ochoa destacó que México está comprometido con el cumplimiento del derecho internacional y la protección de los derechos humanos de los migrantes, exigiendo que cualquier retorno de migrantes sea conforme a los principios internacionales. Subrayó la importancia de que se respete el «interés superior de la niñez», se cumpla el «principio de no devolución», se garanticen las «garantías procesales» y se rechace la «prohibición de expulsiones colectivas».
En un mensaje directo hacia las autoridades internacionales, Ochoa también señaló la distorsión mediática en torno a la migración irregular, que generalmente se enfoca en una minoría que recurre a estos canales, alimentando discursos de odio y debilidad en la gobernanza migratoria. Aseguró que la mayoría de los migrantes son personas que buscan una mejor vida y que su aporte a los países de acogida es invaluable, especialmente en contextos como el de la pandemia de COVID-19, cuando muchos migrantes fueron esenciales para mantener la economía.
México, además, expresó su preocupación sobre las violaciones de derechos humanos y la falta de acciones concretas por parte de la comunidad internacional. Ochoa recordó que México es uno de los países con más solicitudes de asilo a nivel mundial y que el Consejo de Derechos Humanos no debe permanecer indiferente ante estas situaciones, sino debe exponer y prevenir las violaciones a los derechos humanos de los migrantes.
Otro punto clave en la intervención de Ochoa fue la creciente preocupación por el tráfico ilegal de armas provenientes de Estados Unidos hacia México. Según sus declaraciones, aproximadamente 200,000 armas de fuego ingresan anualmente de forma ilícita al país, contribuyendo a la violencia y la inseguridad.
Por último, Ochoa hizo hincapié en las promesas de deportaciones masivas que el presidente de EE. UU., Donald Trump, ha anunciado y que afectan principalmente a los migrantes mexicanos, quienes representan cerca de la mitad de los once millones de indocumentados en ese país. México, recordó el subsecretario, depende de las remesas enviadas por estos migrantes, las cuales representan casi el 4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y alcanzaron un récord de casi 65 mil millones de dólares en 2024.
