CDMX, 18 de octubre de 2022.- En 2021, México fue el país con el mayor número de asesinatos de personas defensoras de la tierra y del medio ambiente, seguido por Colombia y Brasil, de acuerdo con el informe “Una década de resistencia: Diez años informando sobre el activismo por la tierra y el medio ambiente alrededor del mundo” publicado recientemente por Global Witness.
En términos geográficos, más de tres cuartas partes de los ataques registrados ocurrieron en América Latina.
México registró el mayor número de asesinatos, con un total de 54 personas asesinadas en 2021, frente a 30 asesinatos contabilizados el año anterior. Se trata del tercer año consecutivo en el que el país registra un alza en asesinatos.
Más del 40 por ciento de las personas asesinadas eran indígenas y más de un tercio del total se trató de desapariciones forzadas, incluidos al menos ocho miembros de la comunidad Yaqui, señala el documento de Global Witness.
Alrededor de dos tercios de los asesinatos se concentraron en los estados de Oaxaca y Sonora, ambos con importantes inversiones mineras.
El informe destaca también que en México la impunidad es generalizada, pues más del 94 por ciento de los delitos no se denuncian y sólo se resuelve el 0,9 por ciento. “Si bien México ratificó en enero de 2021, el Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe, también conocido como Acuerdo de Escazú, el cual entró en vigor en abril, existe poca capacidad o presupuesto estatal para apoyar a las personas defensoras, disminuyendo la probabilidad de que las personas y las comunidades obtengan acceso a la justicia y reparación”, añade.
Contexto latinoamericano
Por su parte, Colombia registró un total de 33 ataques letales (contra los 65 del año anterior), mientras que Brasil contabilizó 26 (contra los 20 de 2020).
Brasil ha sido el país con más asesinatos desde que Global Witness comenzó a informar sobre personas defensoras. En conjunto, es el país con el mayor número de asesinatos documentados desde 2012, con 342 ataques letales en total, seguido por Colombia.
En Brasil, alrededor de un tercio de los asesinatos fueron contra personas indígenas o afrodescendientes, y más de 85 por ciento de los asesinatos ocurrieron en la Amazonía brasileña. De hecho, en Brasil, Perú y Venezuela, 78 por ciento de los ataques se produjeron en la Amazonía.
El informe destaca la violencia de género detectada en estos ataques, pues, alrededor de 1 de cada 10 de las personas defensoras asesinadas eran mujeres, casi dos tercios de las cuales eran indígenas.
En cuanto a los sectores en los que ocurrieron estos ataques letales, la organización señala que poco más de una cuarta parte se relacionaron con la explotación de recursos (madera, minería y agronegocios a gran escala) y represas hidroeléctricas y otras infraestructuras.
En este sentido, la minería fue el sector vinculado a la mayor cantidad de asesinatos con 27 casos, con la mayoría de los ataques en México (15). De los 12 asesinatos en masa registrados, cuatro tuvieron lugar en México.
Sin embargo, advierte que es probable que esta cifra sea mayor, pues a menudo estos ataques no se investigan ni se informan adecuadamente.
“Estos ataques letales continúan ocurriendo en el contexto de una gama más amplia de amenazas contra las personas defensoras que son atacadas por gobiernos, empresas y otros actores no estatales con violencia, intimidación, campañas de difamación y criminalización. Esto está sucede en todas las regiones del mundo y en casi todos los sectores”, advierte el informe.