CDMX a 24 de febrero, 2022.- La inversión en México es débil desde 2015, el financiamiento a Pymes es escaso y la informalidad alta, advierte la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Este mes, la OCDE publicó un estudio sobre el panorama económico en México, donde advierte que las perspectivas de crecimiento a medio plazo se han debilitado y el ritmo de crecimiento en las dos últimas décadas ha sido bajo.
La pobreza y la desigualdad entre regiones todavía son elevadas. Factores como la informalidad, la exclusión financiera o la corrupción, han obstaculizado el crecimiento de la productividad.
Las bajas tasas de participación femenina y una inversión débil desde 2015, también han afectado a las perspectivas de crecimiento a medio plazo.
La revocación de reformas y cambios regulatorios previstos en los mercados de la electricidad y el petróleo, aumentan la incertidumbre y merman la confianza de los inversores.
El acceso a financiamiento por parte de empresas y particulares es escaso. El acceso de las Pymes al crédito se ve dificultado por márgenes de intermediación elevados y asimetrías de información.
La digitalización y las fintechs pueden ampliar el acceso al financiamiento, pero su impacto se ve limitado por las barreras existentes en los mercados de pagos digitales y las escasas competencias digitales.
Asimismo, la informalidad es alta, ya que afecta a cerca del 55 por ciento de los trabajadores. La informalidad es tanto causa, como consecuencia de la baja productividad.
La participación de la mujer en el mercado laboral, en el 45 por ciento, es baja. Asumir la responsabilidad del cuidado de la familia socava las oportunidades de las mujeres de completar su educación o de formar parte de la fuerza laboral.
Mejorar políticas macroeconómicas
El estudio refiere que el gasto público es bajo desde una perspectiva internacional; el gasto en protección social e inversión pública ha aumentado recientemente, pero la pandemia ha sobrecargado los sistemas de salud y educación, la pobreza ha aumentado y las carencias en infraestructuras siguen siendo importantes.
Para atender las necesidades crecientes de gasto, sin renunciar al compromiso de sostenibilidad de la deuda, sería necesario aumentar los ingresos tributarios. La proporción de impuestos en el PIB de México es la más baja de la OCDE y es inferior a la de otros países de la región.
La inflación repuntó muy por encima del 3 por ciento, el aumento se debió a perturbaciones registradas en las cadenas de suministro y a presiones internas adicionales sobre algunas mercancías. Existe el riesgo de que los mecanismos de formación de precios se vean afectados de forma generalizada.
La OCDE advierte que PEMEX sigue siendo una amenaza importante para el riesgo soberano, ya que recibe apoyo financiero hasta del uno por ciento del PIB.
Mejorar la igualdad de oportunidades
Asimismo, la OCDE señala que las desigualdades educativas son grandes, es probable que el cierre de escuelas a causa de la pandemia tenga efectos negativos a largo plazo sobre las competencias y el crecimiento.
Califica a los sistemas de seguro de desempleo como instrumentos anticíclicos muy útiles.
Reforzar el crecimiento verde
Debido a que México dispone de un enorme potencial sin explotar en materia de energías renovables, el organismo propone ampliar la base del impuesto sobre el carbono, elevar gradualmente el tipo impositivo y utilizar parte de la recaudación, para compensar los efectos del aumento de los precios de la energía en los hogares con bajos ingresos.
Mantener la regulación que promueve la generación de energías renovables y la participación del sector privado.
Además de modernizar la red eléctrica, a través del despliegue de tecnologías inteligentes y la integración de dispositivos de almacenamiento en la red.
Tomado de Alcaldes de México