Por Juan Pablo Ojeda
En respuesta a la reciente decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles del 25% a los automóviles exportados a su país, el gobierno mexicano ha asegurado que buscará un «trato preferente» para proteger los empleos y la actividad económica del país. El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, destacó que la estrategia del gobierno mexicano estará orientada a asegurar que los productos fabricados en México puedan competir de manera más favorable en el mercado estadounidense.
Durante su intervención en la conferencia matutina de Palacio Nacional, Ebrard señaló que, en caso de que se mantengan estos altos aranceles, México trabajará para que los automóviles mexicanos tengan mejores condiciones que los provenientes de otros países, como Alemania, Japón o Corea del Sur, que también exportan vehículos a EE.UU.
“Lo que estamos buscando es que los productos hechos en México al final tengan el mejor precio que en cualquier otro país. Eso es lo que queremos lograr: un sistema preferente para México”, señaló el secretario.
El gobierno mexicano también ha enfatizado que la decisión de Trump, aunque perjudicial, ha sido tomada a nivel mundial, pero México buscará proteger sus intereses dentro de este nuevo sistema de aranceles. «Lo ideal sería que no hubiera aranceles, pero dentro de esta decisión global, tenemos la indicación de que México debe tener preferencia», agregó Ebrard.
Por su parte, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, destacó que se mantendrán reuniones en los próximos días con directivos de la industria automotriz global para discutir cómo fortalecer la integración económica con Estados Unidos. Sheinbaum recalcó que la industria automotriz mexicana tiene una relación estrecha con la estadounidense, por lo que defender los empleos y la continuidad de esta integración es una prioridad para el gobierno.
“El Gobierno de México tiene que defender los empleos y el fortalecimiento de la industria automotriz”, puntualizó Sheinbaum. La reacción del gobierno mexicano ocurre al día siguiente de que Trump anunciara que, a partir del 2 de abril, los vehículos exportados desde México y Canadá estarán sujetos a un arancel del 25%, con excepción de las piezas de estos países, que estarán exentas de dicho gravamen, pero deberán pagar el impuesto sobre el contenido no estadounidense.
Este nuevo anuncio ha intensificado aún más la guerra comercial entre los dos países, que ya venían enfrentando tensiones en áreas como comercio y política económica.