CDMX a 24 de febrero, 2023.- México busca limar asperezas con Estados Unidos y Canadá, los otros dos socios del Tratado de Libre Comercio (T-MEC) donde se expresan hoy sus diferencias en materia energética.
La secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, en charla con periodistas, estimó que este año, luego de los importantes acercamientos logrados para encaminar a México hacia un desarrollo más dinámico en la producción de energía renovable, como la solar, las diferencias más marcadas se van a ir allanando.
Reveló que avanzan las negociaciones entre México y sus contrapartes dentro del T-MEC y ya se tiene una propuesta de solución para tres de los cuatro rubros donde hay diferencias: uso del diésel, almacenamiento de los combustibles y los permisos en este sector.
Sin embargo, admitió que aún las partes no se han encaminado a una solución en cuanto al despacho de energía eléctrica, en especial la compartida en la zona fronteriza con Estados Unidos.
Buenrostro confió en que las diferencias con sus socios comerciales, Estados Unidos y Canadá, lo cuales siguen inconformes con algunos aspectos de la política energética de México, puedan superarse este mismo año, aunque no definió fechas.
El denominado Plan Sonora donde se construye la planta solar más grande de América Latina y quinta en el mundo, se pondrá pronto en marcha con la gran perspectiva de que tiene de respaldo el litio para toda la tecnología que requiera la acumulación de energía recogida por miles de paneles fotovoltaicos, además de una importante infraestructura que cambiará la faz de ese estado.
México está llamado a ser una potencia energética de las más importantes del mundo porque tiene todos los recursos naturales necesarios para desarrollar una industria eléctrica multifacética, desde las termo e hidroeléctricas, hasta la solar y eólica, incluida la marítima.
La secretaria de Economía dijo que otro de los temas calientes dentro del T-MEC al cual están agarrando por los cuernos es el del maíz transgénicos cuyo no uso en la alimentación humana ya fue decretado por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Sin embargo, Buenrostro aclaró que no se cierran las puertas, pues esa gramínea tiene otros usos para los cuales servirían los transgénicos. Lo que sucede es que el maíz industrializado de Estados Unidos es uno d los puntos más fuertes de su comercio de exportación, y México un gran consumidor.
Reconoció que hay acercamientos entre legisladores de los dos países con el objeto de puntualizar algunos aspectos relacionados con el decreto mexicano.
Este no veta su compra ni prohíbe importar maíz industrializado para uso pecuario y otros fuera de ese sector debido a que el país carece de capacidad de producción y no puede surtir a plantas de almidones, algodoneras y muchas más.