CDMX a 13 de mayo, 2024.- México enfrenta un significativo desafío en su sistema fiscal al registrar la menor proporción de ingresos tributarios respecto al Producto Interno Bruto (PIB) dentro de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Según un reciente estudio del Instituto Belisario Domínguez (IBD), dirigido por el investigador Jaime Arturo Del Río Monges, México muestra un marcado contraste en comparación con países como Dinamarca y Francia, donde los ingresos tributarios superan el 45% del PIB.
Durante el periodo 2015-2019, México registró un promedio de solo el 16.3% de ingresos tributarios del PIB, ubicándose por debajo de otros países latinoamericanos como Colombia y Chile. A pesar de un leve aumento a 17.1% para el período 2019-2021, el país sigue estando en el último lugar de la OCDE en este aspecto.
La capacidad de recaudación a nivel estatal y municipal también destaca por su escasez. Con solo el 0.7% del PIB proveniente de ingresos tributarios estatales y un minúsculo 0.3% a nivel municipal, México se encuentra muy por detrás de naciones como Canadá, Alemania y Suecia, donde la recaudación local y regional juega un papel crucial en la financiación de servicios públicos.
Este estudio resalta la necesidad de evaluar y fortalecer los ingresos públicos en México sin recurrir necesariamente a incrementos en las tasas de impuestos, una tarea compleja que exige una cuidadosa consideración de alternativas que no estanquen el crecimiento económico. El análisis sugiere que las reformas podrían centrarse en mejorar la eficiencia de la recaudación y expandir la base tributaria, potencialmente mediante una mejor integración de la economía informal en el sistema fiscal formal.