CDMX a 12 de abril, 2024.- La diplomacia entre México y Ecuador se encuentra en un momento crítico tras la denuncia formal presentada por México ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya, alegando una grave violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas por parte del gobierno ecuatoriano. Según las acusaciones, Ecuador intervino ilegalmente las comunicaciones de la embajada mexicana en Quito, lo que culminó en un incidente alarmante donde se intentó arrestar al exvicepresidente Jorge Glas.
Alejandro Celorio, consultor jurídico de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México, presentó pruebas de que un vehículo militar táctico ecuatoriano fue utilizado para interferir con las comunicaciones de la embajada. Durante un tenso allanamiento, los diplomáticos mexicanos, incluido Roberto Canseco, jefe de Cancillería, notaron la pérdida de señal en sus dispositivos móviles, un hecho que Celorio vincula directamente con las acciones del vehículo en cuestión.
La situación se intensificó cuando Eva Martha Balbuena, jefa de Administración de la delegación, reportó ser seguida por agentes de la policía ecuatoriana, lo que la obligó a regresar a la embajada por miedo a su seguridad personal. Este nivel de hostilidad no solo compromete la seguridad del personal diplomático sino que también pone en tela de juicio las normas internacionales que protegen las misiones diplomáticas.
En respuesta a estos hechos, Alicia Bárcena, titular de la SRE, ha solicitado a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la suspensión de Ecuador como miembro hasta que se emita una disculpa pública y se reconozcan las violaciones a los principios del derecho internacional. Este pedido marca un precedente notable en las relaciones internacionales, subrayando la gravedad de las acusaciones.
Mientras tanto, la comunidad internacional observa con atención cómo se desarrolla este conflicto, que no solo afecta a México y Ecuador sino que también podría tener implicaciones más amplias en la diplomacia global y en el respeto a las convenciones internacionales.