CDMX a 15 de marzo, 2024.- Un incidente inesperado sacudió las entrañas de la Ciudad de México este jueves, cuando una obra inmobiliaria, autorizada por la alcaldía Benito Juárez, perforó el túnel de la Línea 12 del Metro, provocando una filtración de cemento sobre un convoy en movimiento. Este suceso, que puso en riesgo la integridad de los usuarios y la operatividad del sistema de transporte, ha destapado una vez más el polémico tema del desarrollo urbano en la capital y la corrupción inmobiliaria.
El Jefe de Gobierno de la CDMX, Martí Batres, no tardó en reaccionar, atribuyendo la responsabilidad directamente al denominado «Cártel Inmobiliario», un término utilizado para describir a los actores que, movidos por intereses corruptos, facilitan autorizaciones de construcción sin considerar las repercusiones en la infraestructura existente o en la comunidad. Batres anunció que la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México clausuró la obra responsable y está realizando las investigaciones pertinentes para determinar las sanciones correspondientes.
El director general del Metro, Guillermo Calderón, explicó que la causa del incidente se debió a que la empresa constructora perforó el túnel sin la debida autorización del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, lo que indica una falta grave de coordinación y supervisión por parte de las autoridades locales involucradas.
Este incidente no es aislado, sino que resuena con el trágico colapso de un tramo elevado de la misma línea en mayo de 2021, recordatorio de las vulnerabilidades en la seguridad y mantenimiento de las infraestructuras clave de la ciudad. La Línea 12, conocida como la «Línea Dorada», ha estado en el ojo del huracán por diversas irregularidades desde su inauguración, lo que ha generado desconfianza entre los ciudadanos respecto a la calidad de las obras públicas y el manejo de las autorizaciones de construcción.