Por Juan Pablo Ojeda
En un giro significativo dentro de la industria tecnológica, Meta, la empresa matriz de gigantes como Facebook, Instagram y WhatsApp, ha decidido desmantelar sus programas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI, por sus siglas en inglés). La decisión, anunciada este viernes y revelada por Axios, se produce en un contexto de cambios legales y políticos en Estados Unidos que están redefiniendo el enfoque hacia estos programas.
La responsable de personal de Meta, Janelle Gale, informó a los empleados sobre los nuevos ajustes, señalando que las decisiones recientes del Tribunal Supremo de EE.UU. han alterado la forma en que las políticas de diversidad se aplican en el país. Gale destacó que el panorama legal y político en torno a la diversidad está experimentando un cambio sustancial, apuntando a una revalorización de las ideas asociadas con la equidad y la inclusión. En sus palabras, la empresa buscaría «servir a todo el mundo», y enfatizó que no deberían existir oportunidades o limitaciones basadas en características «protectoras» como género, raza o etnia.
Meta, bajo esta nueva estrategia, eliminará su equipo dedicado exclusivamente a las iniciativas de DEI, y modificará su enfoque hacia la contratación, dejando atrás las políticas de cuotas de representación para mujeres y minorías étnicas. Este ajuste forma parte de un proceso de reorientación más amplio que también afectará a la selección de proveedores de la compañía.
La decisión de Meta se produce en un momento en que el sector tecnológico estadounidense, en general, parece estar volviendo su atención hacia las ideas y propuestas del presidente electo de EE.UU., Donald Trump. En una señal más de este cambio de rumbo, Mark Zuckerberg, el CEO de Meta, ha mostrado un acercamiento al expresidente, con quien se reunió después de su victoria electoral. Además, Zuckerberg ha anunciado su apoyo a la investidura de Trump, donando un millón de dólares para la ocasión. La reevaluación de las políticas de DEI dentro de Meta está vinculada a la idea de priorizar la libertad de expresión, un concepto que Zuckerberg ha subrayado como clave en este “punto de inflexión cultural” hacia el futuro.
Este movimiento de Meta no es aislado. En los últimos meses, otras grandes corporaciones han seguido pasos similares, desmantelando sus propios programas de DEI. Empresas como Walmart, Harley-Davidson, Tractor Supply y John Deere han optado por reducir o eliminar estos esfuerzos tras enfrentar presión pública y boicots en redes sociales.
La creciente disminución de programas de diversidad en las empresas estadounidenses se da en el marco de un clima político que se fue gestando tras las protestas de 2020 contra la injusticia racial, las cuales surgieron como respuesta al asesinato del afroamericano George Floyd por un policía blanco. Desde entonces, muchas compañías habían adoptado medidas para mejorar la diversidad en sus filas, pero ahora, en respuesta a los cambios en las políticas públicas y la creciente polarización social, algunas están retrocediendo en esos esfuerzos.
El caso de Meta es un ejemplo claro de cómo las grandes empresas tecnológicas están revaluando sus estrategias en medio de un clima de incertidumbre política, y también un reflejo de la influencia que las decisiones políticas y judiciales pueden tener sobre las políticas internas de las grandes corporaciones. Lo que antes era visto como un avance hacia la igualdad y la inclusión, ahora se enfrenta a un nuevo cuestionamiento dentro del panorama empresarial estadounidense.