Millones de personas en todo el mundo enfrentan dificultades para conciliar el sueño, un problema que va más allá de simplemente levantarse cansado; impacta seriamente en la salud general. En España, por ejemplo, el uso de diazepam, conocido comercialmente como Valium, para tratar trastornos del sueño ha aumentado un 110%, con más de 5 millones de españoles recurriendo a esta medicación para poder descansar.
El Impacto del Ejercicio en el Sueño
Una de las estrategias más recomendadas para mejorar la calidad del sueño es la actividad física. Sin embargo, la hora en la que se realiza el ejercicio puede influir en la calidad del sueño. Un reciente estudio de la Universidad de Otago en Nueva Zelanda, publicado en la revista BMJ Open Sport & Exercise Medicine, ha revelado que hacer ejercicio una hora antes de irse a dormir puede dificultar el sueño.
El estudio, dirigido por Jennifer Gale, investigadora de comportamiento sedentario, pone en relieve la importancia del momento adecuado para hacer ejercicio. Gale y su equipo querían explorar qué sucede si en lugar de realizar una sesión prolongada de ejercicio o de alta intensidad en la tarde, se opta por breves sesiones de actividad ligera repartidas a lo largo de la noche.
Resultados del Estudio
El experimento involucró a 28 voluntarios divididos en dos grupos. En una de las noches, el primer grupo pasó cuatro horas sentados sin interrupción antes de acostarse. En la otra noche, realizaron sesiones de tres minutos de ejercicios simples, como sentadillas, elevaciones de pantorrillas y extensiones de cadera, cada media hora durante las mismas cuatro horas previas al sueño. El segundo grupo experimentó el orden inverso.
Los participantes utilizaron relojes con acelerómetros para monitorear sus movimientos y asegurarse de que los ejercicios eran de baja intensidad y fáciles de realizar en casa sin equipo adicional. La comida y los tiempos de descanso fueron los mismos en ambas noches para controlar variables adicionales.
Los resultados mostraron que las sesiones cortas de ejercicio ligadas a la noche ayudaron a los participantes a dormir, en promedio, 30 minutos más en comparación con aquellos que permanecieron sentados durante las cuatro horas previas al sueño. No obstante, la actividad no afectó la cantidad de veces que los participantes se despertaron durante la noche ni la calidad global de su sueño.
Conclusiones y Recomendaciones
Este estudio sugiere que dividir las sesiones de ejercicio en breves periodos a lo largo de la noche puede ser beneficioso para quienes tienen dificultades para dormir, sin los efectos negativos de un ejercicio intenso cercano a la hora de acostarse.
La conclusión de la investigación refuerza la importancia de encontrar un equilibrio en la actividad física para promover un sueño saludable, al tiempo que ofrece una alternativa a la dependencia de medicamentos como el diazepam para manejar problemas de sueño.
En resumen, mientras el uso de medicamentos para el sueño sigue siendo una opción para muchos, el ejercicio ligero y bien programado podría ser una estrategia efectiva para mejorar la calidad del descanso.
Juan Pablo Ojeda