La aclamada fotógrafa Graciela Iturbide fue galardonada con la Medalla de Oro Bellas Artes 2024, el máximo reconocimiento que el Estado mexicano otorga a creadores que han hecho aportes significativos al arte y la cultura. La ceremonia, celebrada en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, reunió a la comunidad artística, familiares, amigos y un público entusiasta que aplaudió el legado de esta gran artista.
La entrega de la presea estuvo a cargo de la Dra. Lucina Jiménez, directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), quien destacó la relevancia del trabajo de Iturbide en la representación de diversas realidades culturales. “Gracias a su cámara, hemos podido conocer otros mundos, cada uno con su propia raíz y cosmovisión”, comentó Jiménez, enfatizando el papel de la fotógrafa como un símbolo de resistencia cultural.
Durante su intervención, Iturbide compartió su gratitud y reflexionó sobre el poder de la fotografía como un medio para conocer y conectar con los demás. “Fotografiar es un pretexto para conocer el mundo, salir de mí, buscarme en los otros”, dijo, evocando las enseñanzas de grandes autores mexicanos que han influido en su obra.
La celebración fue un homenaje a la trayectoria de Iturbide, quien ha capturado la esencia de la vida cotidiana, tradiciones y la relación entre el ser humano y la naturaleza a través de su lente. Sus imágenes, consideradas documentos poéticos, trascienden lo visual y resuenan en la memoria colectiva, convirtiéndose en poderosas interrogantes sobre nuestra existencia.
La Medalla de Oro Bellas Artes no solo es un reconocimiento a la obra de Iturbide, sino un testimonio de su impacto en la cultura y el arte en México y en el mundo. Este galardón reafirma el compromiso del Gobierno de México con la promoción y preservación del patrimonio artístico y cultural, celebrando a quienes, como Graciela Iturbide, continúan iluminando la diversidad y riqueza de nuestra herencia cultural.