El presidente Benito Juárez, conocido como Benemérito de las Américas, enfrentó dos de los episodios más desafiantes de la historia de México: la Guerra de Reforma, con la que grupos de conservadores se opusieron a la constitución de 1857 y las leyes de Reforma, y la invasión de Francia a México a través del archiduque austriaco Maximiliano de Habsburgo.
Pese a las dificultades y políticas que enfrentó en ambos casos, salió triunfante de los dos episodios, pues venció en la Guerra de Reforma y logró restaurar la república tras la imposición de una monarquía en beneficio de Napoleón III.
Es por esos antecedentes que la frase «Me hace lo que el viento a Juárez» refiere un posicionamiento resistente ante la dificultad de las circunstancias.
De uso común en el habla popular mexicana, quiere decir que las amenazas externas no tienen ningún efecto, adverso o positivo, sobre quien la enuncia.
Pero, ¿cuál es el origen de esta afirmación?
Sin tener precisión sobre el origen de la frase, se especula que podría hacer referencia al cuadro Juárez, símbolo de la República contra la Intervención Francesa, de Antonio González Orozco, una obra pictórica alojada en el Museo Nacional de Historia del Castillo de Chapultepec.
Este recinto precisamente fue vivienda de Maximiliano de Habsburgo, quien fue ejecutado en 1867 como parte del proceso de restauración de la república operado por Juárez.
La obra muestra a un Juárez firme, sólido, sosteniendo la bandera mexicana en medio de una batalla entre las tropas invasoras francesas y el ejército mexicano.
Mientras el resto de personajes se muestra en actividad frenética, hay muertos y uniformados caídos, el llamado Benemérito de las Américas luce inalterado, serio y sin afectaciones incluso en el pelo.
Y aunque la bandera que sostiene ondea hacia la derecha del cuadro, el peinado de Juárez permanece en perfectas condiciones: como si el viento no le hiciera nada.
De origen zapoteca, Juárez ha sido motivo de discusión y fascinación por distintos escritores mexicanos, como el también oaxaqueño Andrés Henestrosa o el periodista cultural Fernando Benítez.