Papúa Nueva Guinea a 28 de mayo, 2024.- Una tragedia de inmensas proporciones sacudió la provincia de Enga en Papúa Nueva Guinea cuando un deslizamiento de tierra arrasó la aldea de Yambali, dejando más de 2,000 personas sepultadas. La catástrofe ocurrió la mañana del viernes, cuando parte del monte Mongalo colapsó, sepultando casas y a sus habitantes.
El deslizamiento ha causado estragos significativos, bloqueando la principal carretera que conduce a la mina de oro de Porgera, afectando edificios, huertos y la base económica del país. La situación sigue siendo inestable, dificultando las labores de rescate y poniendo en peligro a los rescatistas y sobrevivientes.
El gobierno de Papúa Nueva Guinea ha solicitado ayuda internacional a través de una carta enviada a la ONU. «El deslizamiento sepultó a más de 2,000 personas vivas y causó importantes destrozos en edificios, huertos, además de afectar gravemente a la base económica del país», indicó el centro nacional de catástrofes papú.
Más de 250 casas cercanas han sido abandonadas, y aproximadamente 1,250 personas han sido desplazadas. Los esfuerzos de rescate están siendo realizados con herramientas manuales como palas y horquillas agrícolas, ya que la comunidad aún no permite el uso de excavadoras debido a las tradiciones de luto.
El pueblo de Yambali, con unos 4,000 habitantes, era una base comercial para los mineros de la región. Se teme que la mayoría de las víctimas sean niños menores de 15 años, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). La OIM también reporta que varias infraestructuras como una escuela primaria, comercios y una casa de huéspedes han sido sepultadas.
La situación se agrava con los combates tribales en la región, que han dificultado el acceso de los equipos de rescate. Las Fuerzas Armadas del país están proporcionando escoltas de seguridad para asegurar el paso de la ayuda humanitaria.
Las imágenes en redes sociales muestran a los aldeanos y equipos de rescate buscando sobrevivientes entre rocas y tierra. El gobierno ha establecido dos centros de atención para los desplazados y un convoy humanitario ha comenzado a distribuir suministros básicos.
CARE Australia estima que cerca de 4,000 personas viven en la zona de impacto, aunque el número de afectados podría ser mayor debido a los desplazados por conflictos en áreas cercanas. El primer ministro James Marape ha afirmado que las autoridades están colaborando en las tareas de socorro y recuperación.