Por Juan Pablo Ojeda
Martín Borrego Llorente presentó su renuncia irrevocable ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) después de que se revelara que, durante su tiempo en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), organizó un evento privado para celebrar su boda bajo la fachada de la conmemoración de las relaciones diplomáticas entre México y Rumanía. El evento tuvo lugar el 4 de octubre de 2024 en el Museo Nacional de Arte (MUNAL), y Borrego logró que el recinto le prestara el espacio con el apoyo de altos funcionarios diplomáticos.
La renuncia fue confirmada por Claudio Ochoa a través de su cuenta en X (anteriormente conocida como Twitter), quien también publicó la carta enviada por Borrego a la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena. En la carta, Borrego explicó que el evento fue de carácter privado, que se cubrió con recursos personales y que su error fue haber solicitado el espacio del MUNAL a través de un correo institucional, en su calidad de jefe de oficina en la SRE.
“Presento mi renuncia de manera voluntaria con carácter de irrevocable y efectos inmediatos al puesto de Coordinador de Contacto con la Ciudadanía, plaza 15633, nivel M42”, escribió Borrego. Reconoció que no debió haber utilizado medios institucionales para gestionar el evento privado, a pesar de que el costo del espacio fue cubierto con recursos personales y no representó un quebranto al erario público.
En su comunicado, Borrego reiteró que el evento no fue organizado con fines oficiales ni incurrió en un uso indebido de recursos públicos. Sin embargo, admitió que la solicitud del espacio a través de su puesto en la Cancillería fue inapropiada. “El evento fue de carácter privado, acorde al protocolo establecido por el Museo y cubierto con recursos personales, sin dolo ni quebranto alguno al erario”, defendió.
El caso ha causado controversia debido a que, en declaraciones previas, Borrego había afirmado que no había participado en la organización del evento, lo que contradice su carta de renuncia. La situación se agrava debido al uso de recursos institucionales para la organización de un evento privado, lo que fue interpretado como un abuso de poder.
Tras la revelación, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) inició una investigación sobre el incidente, a través del Órgano Interno de Control de la Cancillería, para esclarecer los hechos y determinar si hubo alguna irregularidad en el uso de recursos o el aprovechamiento del cargo público para fines personales.
Este escándalo se suma a una serie de cuestionamientos sobre el uso de recursos públicos para fines personales por parte de servidores públicos, generando un debate sobre la ética en la administración pública. La renuncia de Borrego llega en medio de las críticas sobre la transparencia y el manejo de recursos del gobierno federal.