CDMX a 2 de mayo, 2024.- En recientes declaraciones, Martí Batres, jefe de Gobierno de la Ciudad de México, ha tachado de «montaje político» las acusaciones sobre un supuesto crematorio clandestino en la capital, denuncias inicialmente propuestas por Ceci Flores, activista y madre buscadora. Batres respaldó los hallazgos de las autoridades locales, que después de una investigación, concluyeron que las afirmaciones eran infundadas.
Durante una conferencia con el presidente Andrés Manuel López Obrador, Batres afirmó que no había evidencia de una fosa clandestina, un crematorio, o restos humanos en el área señalada. Según Ulises Lara, fiscal de CDMX, y Pablo Vázquez, titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), todo indicaba que el incidente era un intento por desacreditar al gobierno local durante un periodo electoral sensible.
Batres criticó duramente la manera en que Ceci Flores y sus compañeras activistas gestionaron la situación, señalando falta de coordinación con las autoridades locales y otros colectivos de búsqueda en la Ciudad de México. El jefe de Gobierno describió el evento como un «montaje frustrado», sugiriendo que había motivaciones políticas detrás de las acusaciones.
Este incidente no solo plantea preguntas sobre la efectividad y transparencia de las operaciones de búsqueda y reporte de actividades ilegales, sino que también resalta la tensión entre activistas y el gobierno en contextos de alta sensibilidad política. La acusación y su posterior desmentida han generado un debate sobre la integridad de las operaciones de búsqueda y la respuesta gubernamental ante tales denuncias.