Martí Batres cambia nombre de colonia en Coyoacán

Por Juan Pablo Ojeda

En una decisión simbólica y cargada de significado, Martí Batres Guadarrama, jefe de Gobierno de la Ciudad de México, anunció el cambio de nombre de la colonia Nueva Díaz Ordaz, ubicada en el Pedregal de Coyoacán. Esta medida llega a solo tres días de que concluye su administración y en el contexto de la próxima conmemoración de la matanza de Tlatelolco, ocurrida en 1968, un evento crucial en la historia del país.

Durante una de sus últimas conferencias de prensa, Batres explicó que la propuesta de cambiar el nombre surgió hace varios meses. La razón es clara: los habitantes de la colonia, a quienes se les debe reconocer su esfuerzo y lucha, no merecen vivir en un lugar que honre a un expresidente al que calificó de «represor e hipócrita». “Es una colonia construida por la gente, de luchadores sociales. No se merece llevar ese nombre”, enfatizó.

Ahora, la colonia llevará el nombre de Estudiantes de 1968, rindiendo homenaje al movimiento estudiantil que culminó en la trágica manifestación de Tlatelolco, donde muchos jóvenes perdieron la vida en manos del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz. “Recordar es volver a pasar algo por el corazón”, reflexionó Batres, destacando la importancia de conmemorar esos momentos para seguir promoviendo las libertades de expresión y manifestación en el país.

Inti Muñoz, secretario de Desarrollo Urbano y Vivienda de la capital, añadió que este cambio de nombre se derivó de una consulta ciudadana y que no afectará en términos jurídicos o administrativos a los habitantes de la colonia. De hecho, se incluirá una leyenda que indicará “Antigua colonia Nueva Díaz Ordaz” en documentos hasta que la modificación sea plenamente formalizada.

Este cambio de nomenclatura no solo busca transformar el rostro de un lugar, sino también abrir un espacio para recordar a aquellos que lucharon por un México más justo. La decisión de renombrar la colonia refleja un esfuerzo por recuperar la memoria histórica y fortalecer los ideales democráticos que, aún hoy, continúan siendo relevantes en la sociedad mexicana.