CDMX a 24 de junio, 2024.- El jefe de gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres Guadarrama, anunció la publicación de una reforma constitucional que establece el sistema de comedores públicos y comunitarios como un derecho en la Constitución de la Ciudad de México. En un evento acompañado por el secretario de Inclusión y Bienestar Social, Juan Gerardo López Hernández, y la responsable del comedor comunitario “La Panza es Primero”, Elena Noriega, Batres destacó la importancia de esta medida para garantizar el derecho a la alimentación y fortalecer la cohesión social.
Batres recordó que los comedores comunitarios surgieron en 2009 en respuesta a la crisis económica que afectó a México tras el colapso financiero en Estados Unidos en 2008. Desde entonces, han crecido significativamente, pasando de 210 comedores en 2009 a 478 en la actualidad, con la meta de alcanzar los 501 para finales de 2024. «Estos comedores han llegado para quedarse y se han convertido en un derecho en los hechos», afirmó Batres.
El programa de comedores ha recibido reconocimientos, incluyendo un premio de la FAO en 2016, y ha demostrado ser efectivo en la reducción de la pobreza alimentaria en la ciudad. El Consejo de Evaluación de la Política Social de la Ciudad de México destacó que en 2023, gracias a los comedores sociales, la pobreza alimentaria disminuyó en un 6.4%.
Batres explicó que los comedores se dividen en dos grandes categorías: comunitarios y públicos, cada uno con diferentes modalidades como comedores móviles, emergentes y consolidados. Todos estos esfuerzos tienen como objetivo garantizar el acceso libre y universal a una alimentación adecuada. «Para consumir en un comedor no se necesita una credencial, pertenecer a una organización o institución. Cualquier persona puede entrar y disfrutar de sus alimentos», subrayó Batres.
Durante la pandemia, los comedores desempeñaron un papel crucial al proporcionar comidas a quienes más lo necesitaban. El gobierno de la Ciudad de México ha incrementado el presupuesto destinado a estos comedores, asegurando su funcionamiento y expansión. «Aspiramos a tener un comedor en cada unidad territorial», dijo Batres, destacando que esto es esencial para las comunidades más vulnerables y también para aquellos que trabajan en áreas no necesariamente de alta marginación.
Elena Noriega, responsable del comedor comunitario “La Panza es Primero”, resaltó la importancia de los comedores no solo como fuente de alimento, sino también como centros de cohesión social y solidaridad. «Los comedores generan comida y empleos, movimiento económico y mucho bienestar», expresó Noriega, enfatizando que estos espacios son fundamentales para la democracia social y el derecho a la alimentación.