Por Bruno Cortés
El senador Marko Cortés, miembro de la bancada del Partido Acción Nacional (PAN), advirtió en entrevista exclusiva para Maya Comunicación que la crisis de inseguridad en México ha alcanzado niveles alarmantes, con narcofosas y asesinatos masivos que evidencian la impunidad con la que operan los grupos delictivos. Además, exigió una estrategia binacional con Estados Unidos para frenar el flujo de armas y dinero ilegal que alimenta la violencia en el país.
El legislador panista criticó duramente la política de «abrazos, no balazos» del gobierno federal, asegurando que esta estrategia ha permitido la expansión del crimen organizado. «Es doloroso ver cómo el gobierno simplemente no hace nada y, al contrario, quiere ocultar la realidad. La violencia y la crisis humanitaria son evidentes, con cientos de fosas clandestinas, incineraciones masivas y el terror sembrado en la población», afirmó.
Cortés señaló que la falta de acción del Estado ha convertido a México en un territorio controlado por el crimen organizado, lo que pone en riesgo la estabilidad del país y su relación con el exterior. «El crimen hizo lo que quiso. Si no hay una colaboración real con Estados Unidos para blindar nuestra frontera y evitar la entrada de armas y dinero sucio, la situación solo empeorará», enfatizó.
En ese sentido, el senador propuso la creación de un acuerdo bilateral que garantice revisiones estrictas en los puntos fronterizos, asegurando que «mientras Estados Unidos protege su territorio con medidas de seguridad extremas, la salida de armas y recursos ilegales hacia México sigue sin controles adecuados».
Sobre la reciente ola de violencia en Jalisco y el hallazgo de múltiples narcofosas, el legislador afirmó que la situación debe ser considerada terrorismo. «Si la exhibición de cuerpos desmembrados, incendios provocados y la siembra del terror en la población no es terrorismo, entonces ¿qué lo es?», cuestionó. Destacó que, si bien el Congreso logró incluir el delito de terrorismo en el artículo 19 de la Constitución, es necesario tipificarlo en las leyes secundarias para garantizar una mejor colaboración internacional en su combate.
La postura del PAN contrasta con la narrativa oficial del gobierno federal, que ha minimizado los efectos del crimen organizado en la seguridad nacional. No obstante, las cifras de homicidios y desapariciones en el país continúan en ascenso, mientras estados como Jalisco, Michoacán y Guanajuato viven una crisis de inseguridad sin precedentes.
El llamado del senador Marko Cortés se suma a las presiones internacionales para que México adopte una estrategia más contundente contra el crimen organizado. En un contexto donde la seguridad se ha convertido en un tema prioritario para las relaciones diplomáticas con Estados Unidos, la falta de medidas efectivas podría traer consecuencias económicas y políticas para el país.