Marisela Morales busca transformar la justicia desde la Suprema Corte

Marisela Morales Ibáñez, primera mujer en encabezar la Procuraduría General de la República y reconocida internacionalmente por su lucha contra el crimen organizado, caminó este sábado por las calles del Centro Histórico de la Ciudad de México como parte de su campaña para convertirse en ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Con paso firme y voz clara, presentó a comerciantes, estudiantes y transeúntes su propuesta para transformar el máximo tribunal del país a partir del 1 de junio, fecha histórica en la que por primera vez los ministros serán electos por voto popular.

El recorrido fue más que simbólico. En la calle de Madero, bajo el sol del mediodía y rodeada de ciudadanos curiosos, Morales Ibáñez lanzó un mensaje contundente: “La justicia debe ser cercana, transparente y eficiente. Es hora de que escuche la voz del pueblo”. Con una boleta morada en mano, pidió marcar el número 20, que corresponde a su candidatura, e invitó a la ciudadanía a informarse, participar y exigir un poder judicial que funcione para todos.

Su trayectoria, que incluye más de dos décadas en el sistema judicial, la distingue de otros contendientes. Fue defensora de oficio, agente del Ministerio Público, titular de la Fiscalía Especializada en Delincuencia Organizada y finalmente Procuradora General en 2011. Ese mismo año, el Departamento de Estado de EE.UU. le otorgó el Premio Internacional al Valor de la Mujer, en una ceremonia encabezada por Hillary Clinton y Michelle Obama, reconociendo su valentía frente a la criminalidad en México.

Además de su experiencia institucional, Morales Ibáñez ha desarrollado una propuesta clara: desahogar los tribunales a través de la mediación, garantizar una Defensoría Pública autónoma y fortalecer la protección de derechos humanos. Inspirada en modelos judiciales internacionales como el italiano, su visión plantea una Suprema Corte que no solo interprete la ley, sino que active soluciones para una justicia más efectiva y socialmente sensible.

La coyuntura electoral le favorece. La reforma judicial de 2024 abrió la puerta para que ministros y ministras de la SCJN sean elegidos por sufragio universal, lo que representa una transformación sin precedentes. Morales Ibáñez accedió a la boleta mediante el principio de paridad de género, lo que subraya la importancia de diversificar los perfiles dentro de la Corte. Aunque aún no existen encuestas públicas, su perfil técnico y su notoriedad la convierten en una aspirante con amplio reconocimiento.

Durante su gira, no solo habló de leyes y procesos. Habló de su vida: casada a los 19, madre a los 20, y marcada por las injusticias que sufrió su familia, decidió estudiar derecho para cambiar la realidad desde la raíz. Ese impulso personal es el que ahora la motiva a contender por una de las posiciones más influyentes del país. “No vengo de la comodidad, vengo de la necesidad de justicia”, expresó ante un pequeño grupo reunido frente a la Catedral Metropolitana.

En entrevista reciente con El Heraldo Radio, dejó clara su posición: “Queremos un Poder Judicial transparente, que rinda cuentas, que le devuelva al pueblo la confianza. No es solo una elección, es una oportunidad histórica para construir una justicia del siglo XXI”. Y en su red social X (@MariselaRed), reafirmó el mensaje: “¡Es hora de que la justicia escuche a México!”.

De cara al 1 de junio, el reto para Marisela Morales será consolidar su mensaje, ampliar su presencia mediática y contrastar su experiencia con la de otros aspirantes. Pero si algo ha demostrado en su carrera es que sabe enfrentarse a escenarios complejos, y que entiende, como pocos, los caminos oscuros y las salidas posibles del sistema judicial mexicano.

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