CDMX a 5 de septiembre, 2024.- El pleno del Senado aprobó este jueves la licencia de Marcelo Ebrard, dejando vacante su escaño para permitir la toma de protesta del nuevo senador Emmanuel Reyes, miembro de Morena, quien ha sido vinculado en varias ocasiones con la Iglesia de la Luz del Mundo.
Ebrard, exsecretario de Relaciones Exteriores, decidió dar un paso al costado en medio de especulaciones sobre su posible integración al equipo de transición de la presidenta electa Claudia Sheinbaum. Aunque aún no ha confirmado públicamente su futuro rol, esta decisión refuerza los rumores de que Ebrard podría desempeñar un papel clave en el próximo gobierno.
La salida de Ebrard del Senado ha generado interrogantes sobre su destino político, sobre todo después de la contienda interna de Morena, donde buscó la candidatura presidencial. A pesar de que en su momento se distanció de Sheinbaum, ahora parece que las aguas han vuelto a su cauce, y todo apunta a que ambos podrían unir fuerzas de cara al nuevo sexenio.
Durante las últimas semanas, se ha hablado de que Ebrard podría ocupar un puesto estratégico en la próxima administración. Aunque aún no se ha confirmado su cargo, algunos analistas sugieren que podría retomar labores diplomáticas o de seguridad nacional, áreas en las que tiene vasta experiencia.
En sustitución de Ebrard, Emmanuel Reyes tomó protesta como senador de Morena. Reyes, quien ha sido vinculado con la Iglesia de la Luz del Mundo, asume el cargo en un momento crucial, ya que el Senado está inmerso en discusiones sobre la reforma al Poder Judicial y otras decisiones clave para el país.
Reyes ha sido una figura controversial, dado su cercanía con la polémica iglesia. Sin embargo, esto no ha impedido su ascenso dentro de las filas de Morena, lo que subraya la diversidad de posturas y alianzas en el partido en el poder.
Por ahora, queda la incógnita de si Marcelo Ebrard aceptará formalmente una posición dentro del equipo de Sheinbaum. Lo que es claro es que su salida del Senado no es un retiro político, sino una pausa estratégica que podría dar pie a nuevas responsabilidades en la escena política nacional.