13 de noviembre de 2023, Ciudad de México – Marcelo Ebrard, en una reciente conferencia de prensa, afirmó que su decisión de permanecer en el partido Morena y no registrarse en Movimiento Ciudadano fue el resultado de dos conversaciones cruciales con la virtual candidata presidencial, Claudia Sheinbaum Pardo. Durante estas pláticas, establecieron un “acuerdo político” para abordar y sancionar “las prácticas indebidas” en el proceso interno del partido y asegurar el reconocimiento de Ebrard como una fuerza significativa dentro de Morena.
Ebrard destacó que la conversación con Sheinbaum fue decisiva para su permanencia en el partido, señalando que ella, al tener la coordinación política del movimiento, juega un papel fundamental en la toma de decisiones. Este entendimiento con Sheinbaum refleja un cambio en la dinámica interna de Morena, marcando un contraste con la línea política del dirigente nacional del partido, Mario Delgado.
La Comisión de Honestidad y Justicia del partido, al sancionar las irregularidades, constituye según Ebrard “una derrota para la línea política” de Delgado y un reflejo de la influencia política de Sheinbaum. Ebrard sostiene que la decisión de la comisión es una respuesta directa bajo el liderazgo de Sheinbaum, marcando un punto de inflexión en la política interna de Morena.
A pesar de los desafíos enfrentados en el proceso interno, Ebrard mantiene su objetivo de buscar la presidencia de la República en el siguiente sexenio. Respecto a la posibilidad de ocupar un cargo como senador por Morena, aclaró que, por ahora, ese tema no es prioritario y que la senaduría está contemplada en el acuerdo del consejo nacional.
El ex canciller enfatizó la importancia de reconocer no solo su influencia política sino también la de quienes lo apoyaron, subrayando la necesidad de una línea política en Morena que promueva la inclusión y la suma de esfuerzos, en lugar de aniquilar o excluir. Este reconocimiento es crucial para él, considerando sus 24 años de trabajo dentro del movimiento.
La conversación con Sheinbaum fue descrita por Ebrard como respetuosa y productiva, centrada en la estrategia política y el futuro de México. Ebrard valoró positivamente el diálogo, destacando la importancia de reducir el antagonismo y promover la gobernanza efectiva.
Finalmente, Ebrard reflexionó sobre el proceso interno de Morena, considerándolo un hito significativo pese a los desafíos enfrentados, incluyendo ataques personales y la influencia de los medios. Su percepción del proceso es en general positiva, destacando que es la primera vez que Morena reconoce oficialmente la existencia de prácticas graves contrarias a los estatutos y se compromete a implementar sanciones.
La conferencia de Ebrard marca un momento clave en la política interna de Morena, subrayando la importancia del diálogo y el acuerdo para la cohesión y fortaleza del partido de cara a los futuros desafíos electorales y políticos en México.