Maradona confesó que «no estaba bien» antes de su muerte

El juicio por la muerte de Diego Maradona continúa revelando detalles sobre los últimos días de vida del astro argentino. En esta nueva fase, un médico ha declarado que semanas antes de su trágica muerte, Maradona le confesó estar mal: “No estoy bien”. Esta frase, dicha a Flavio Tunessi, traumatólogo del club Gimnasia y Esgrima La Plata, resuena en el juicio que ya involucra a varios profesionales de la salud.

 

Maradona falleció el 25 de noviembre de 2020, a los 60 años, debido a un edema pulmonar causado por insuficiencia cardíaca. El excampeón mundial de fútbol estaba bajo una internación domiciliaria tras someterse a una neurocirugía, lo que lo colocó en una situación de alta vulnerabilidad.

 

En el juicio que se lleva a cabo en San Isidro, al norte de Buenos Aires, se presentan acusaciones graves contra médicos, enfermeros, una psiquiatra y un psicólogo, todos acusados de homicidio con dolo eventual. Este cargo implica que los acusados eran conscientes de que sus decisiones podrían haber llevado a la muerte de Maradona. Además, una enfermera será juzgada en un proceso separado.

 

Tunessi, quien estuvo presente el 30 de octubre durante un homenaje por los 60 años de Maradona en el estadio de Gimnasia, detalló que vio al ídolo caminar hacia la ambulancia sin la ayuda de nadie. “Me acerco y le digo, ‘Diego, ¿necesitas algo?’ y él me respondió, ‘no, me voy, no estoy bien’”, recordó Tunessi, quien también comentó que notó que Maradona estaba desmejorado y adelgazado. Esta preocupación fue compartida por otros, entre ellos el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio Tapia, que también observó que Maradona no se encontraba bien.

 

A pesar de los problemas evidentes, Leopoldo Luque, médico personal de Maradona, solicitó que fuera internado en la clínica Ipensa, donde se le detectó un hematoma subdural en la cabeza. Sin embargo, los neurólogos de la clínica consideraron que no era una urgencia quirúrgica, y por las comorbilidades de Maradona, no era el momento adecuado para operarlo.

 

Por otro lado, Luque, quien también era neurocirujano, discrepó con los neurólogos y decidió trasladar a Maradona a la Clínica Olivos, donde finalmente fue operado el 3 de noviembre. El curso de estos eventos, junto con las decisiones médicas involucradas, serán evaluados minuciosamente en el juicio, que está previsto para continuar hasta julio, con las declaraciones de decenas de testigos.

 

Este juicio está revelando más de lo que muchos esperaban sobre los cuidados que recibió Maradona en sus últimos días y sobre cómo las decisiones médicas pudieron haber influido en su trágico final. La búsqueda de justicia continúa, y cada declaración pone más presión sobre los profesionales involucrados.

 

 

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