CDMX a 8 de julio, 2024.- El Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX) sigue a la vanguardia en la aplicación de tecnologías innovadoras para la restauración del agua. La Planta Experimental Cerro de la Estrella, con capacidad para producir 25 litros por segundo de agua potable y 1,800 litros por segundo de agua tratada, beneficia a las zonas chinamperas de Xochimilco y Tláhuac.
Durante una reunión en la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) Cerro de la Estrella, Rafael Carmona Paredes, coordinador general de SACMEX, destacó la importancia de implementar soluciones innovadoras para garantizar una economía circular en el uso de recursos hídricos. Esta instalación es la más grande de la CDMX y la segunda en el Valle de México, solo superada por la planta en Atotonilco, Hidalgo.
El proceso de regeneración del agua en la PTAR Cerro de la Estrella comienza con el tratamiento secundario del agua residual, seguido de un tratamiento adicional en un humedal artificial. Este humedal, dividido en seis vasos con plantas de Tule (Typha domingensis), depura el agua antes de enviarla a la Planta Piloto Experimental para su potabilización.
La Planta Piloto Experimental, completamente automatizada, cumple con los parámetros de la NOM-127-SSA1-2021 para garantizar la calidad del agua para consumo humano. El proceso incluye la ósmosis inversa, que elimina partículas diminutas, y el uso de truchas como bioindicadores para asegurar la viabilidad del agua.
En el marco de la 7ª Reunión del Comité de Reúso, Jorge Gastón González, coordinador del Comité de Reúso y Secretario de Gestión del Agua en Jalisco, presentó los avances del Proyecto de Regeneración de Aguas para Uso Público Urbano (RAPU). Este proyecto ha logrado la restitución de 600 litros por segundo de agua en la PTAR El Ahogado en Guadalajara, utilizada para uso industrial en el aeropuerto de la ciudad.
La innovación y compromiso de SACMEX en la regeneración del agua no solo aseguran el abastecimiento de agua potable, sino también el mantenimiento de los canales y zonas de riego en el suroriente de la capital, beneficiando significativamente a las comunidades de Xochimilco y Tláhuac.