En un contexto de creciente tensión, los manifestantes que planean asistir a la marcha pacífica rumbo al informe de gobierno del estado de Hidalgo se encuentran enfrentando serios obstáculos. El gobierno de Julio Menchaca ha desplegado a la Policía Estatal para colocar retenes en las principales carreteras que conducen a la ciudad de Pachuca, con el objetivo de evitar que los ciudadanos lleguen a la capital para expresar sus demandas.
Los manifestantes, que representan a diversas comunidades afectadas, exigen mejoras fundamentales en servicios básicos: agua potable, pavimentación de calles y mejor acceso a la salud. Estos reclamos surgen como respuesta a la falta de atención a necesidades esenciales que han persistido durante años.
A pesar de las restricciones impuestas, los organizadores de la marcha se mantienen firmes en su propósito de hacer oír sus voces. La movilización pacífica es un llamado urgente para que el gobierno de Menchaca atienda las demandas de la ciudadanía y garantice que todos los hidalguenses puedan disfrutar de condiciones de vida dignas.
Mientras tanto, la situación se mantiene en desarrollo, y los ciudadanos afectados siguen buscando formas de unirse y hacer valer sus derechos frente a las dificultades impuestas por las autoridades. La marcha, que se ha convertido en un símbolo de la lucha por la justicia social en Hidalgo, sigue ganando relevancia a medida que avanza el conflicto.