En un país donde la ausencia se ha vuelto una herida abierta, un grupo de Madres Buscadoras volvió a tocar las puertas del Gobierno de la Ciudad de México. Por segunda vez en 2025, se reunieron con la jefa de Gobierno, Clara Brugada, con una petición que duele: que sus hijos, hijas y seres queridos no sean olvidados.
Los colectivos Hasta Encontrarlas, la Asociación Mexicana de Niños Robados y Familias Unidas por una Causa llegaron con un mensaje claro: las desapariciones no son cifras, son vidas truncadas, familias destrozadas y una lucha que ninguna madre debería emprender.
«Hace dos meses nos reunimos con la jefa de Gobierno y mostró interés en los casos. Para nosotras, su apoyo y el de su gabinete es fundamental para que la búsqueda no se detenga», expresó María Elena Solís, vocera del movimiento.
Cincuenta personas entraron al edificio gubernamental con la esperanza de ser escuchadas, con propuestas para fortalecer los mecanismos de búsqueda y atención. Pero más allá de estrategias, lo que exigen es justicia. Justicia para quienes no han vuelto a casa. Justicia para que ninguna madre más tenga que salir a buscar con sus propias manos lo que el Estado debería encontrar.
Cada reunión es un recordatorio de que la desaparición no es normal, que la indiferencia no puede ser costumbre y que la lucha de estas madres debería ser la de todos.