Venezuela a 28 de agosto, 2024.- María Corina Machado, una de las principales líderes de la oposición en Venezuela, ha reafirmado su confianza en que la presión interna, a través de protestas pacíficas, y el apoyo internacional pueden forzar la salida del presidente Nicolás Maduro del poder. Tras un mes de las controvertidas elecciones del 28 de julio, Machado sostiene que la oposición cuenta con una «estrategia robusta» para reclamar lo que consideran su victoria legítima, a pesar de los obstáculos presentados por el gobierno y las autoridades electorales.
Las elecciones del 28 de julio en Venezuela han sido un punto de conflicto tanto dentro como fuera del país. Mientras el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y el Consejo Nacional Electoral (CNE) han declarado a Nicolás Maduro como el vencedor con poco más de la mitad de los votos, la oposición, liderada por Edmundo González y apoyada por María Corina Machado, sostiene que el resultado fue manipulado. Un sitio web de la oposición muestra un recuento de aproximadamente el 80% de las urnas que otorga a González una victoria con el 67% de apoyo.
Ante la falta de publicación de los recuentos completos por parte del CNE, supuestamente debido a un ciberataque el día de las elecciones, varios países occidentales, la mayoría de las democracias de América y organismos internacionales, incluido un panel de expertos de las Naciones Unidas, han exigido transparencia y han sugerido la posibilidad de fraude.
En una reciente entrevista con Reuters, María Corina Machado enfatizó que la combinación de presión interna —a través de protestas pacíficas y una sólida organización de base— y la presión externa de la comunidad internacional son fundamentales para lograr un cambio político en Venezuela. «Es la coordinación entre fuerzas internas y externas la que logrará el cambio», afirmó Machado.
Machado y González, quien fue convocado por la Fiscalía General de Venezuela para testificar sobre el sitio web de la oposición y ha ignorado las citaciones, están alineados en su objetivo de desafiar los resultados oficiales y continuar la lucha por lo que consideran una victoria legítima.
El gobierno de Maduro ha respondido con una fuerte represión, incluyendo la detención de líderes de la oposición y manifestantes. Según informes, desde las elecciones, al menos 27 personas han muerto y 2,400 han sido arrestadas en relación con las protestas. Además, la Asamblea Nacional, controlada por el partido gobernante, ha aprobado leyes que endurecen las regulaciones para las ONG, mientras que sindicatos denuncian despidos forzados de empleados estatales que han expresado simpatía por la oposición.
Las tensiones continúan en aumento, con ambos lados convocando a sus seguidores a nuevas manifestaciones en conmemoración del primer mes de la elección. «No subestimemos a la gente, este es un momento en el cual el propósito es que la gente esté informada, alineada, protegiéndose unos a otros, denunciando los atropellos del régimen», añadió Machado.
Mientras la oposición y el gobierno continúan en un tira y afloja por el control del país, la situación en Venezuela sigue siendo tensa. La comunidad internacional observa de cerca, con muchos esperando que se encuentre una solución pacífica que permita al país avanzar hacia un futuro más democrático y estable.