En un movimiento que podría redefinir el panorama político interno de Morena, la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, anunció su intención de contender por la presidencia nacional del partido, sucediendo así a Mario Delgado, quien asumirá la Secretaría de Educación en el gobierno de Claudia Sheinbaum.
Durante una entrevista con Sin Embargo, Alcalde expresó su compromiso con la consolidación y fortalecimiento de Morena, destacando que el partido va más allá de ser una herramienta electoral. Para ella, Morena representa un movimiento genuino que engloba diversas corrientes de pensamiento y se ha convertido en una plataforma para la defensa de la justicia y los derechos.
«Para mí sería un honor poder presidir Morena, trabajar en su consolidación como una herramienta duradera, una que promueva la participación popular, el debate y la revolución de las conciencias», afirmó Alcalde.
La funcionaria, quien participó activamente en la fundación del movimiento en 2011 y en su evolución hacia partido político en 2014, enfatizó la importancia de mantener la esencia y los ideales que han definido a Morena desde su inicio. Subrayó que uno de los desafíos principales es preservar la conexión con la ciudadanía y no perder la mística que ha caracterizado al partido a lo largo de los años.
Alcalde Luján, quien ocupó el cargo de secretaria del Trabajo de 2018 a 2023 y actualmente se desempeña como secretaria de Gobernación, destacó que la victoria de Claudia Sheinbaum en las elecciones pasadas refleja un respaldo popular para continuar con el proyecto iniciado por el presidente Andrés Manuel López Obrador en 2018. Expresó su deseo de acompañar al presidente en su gabinete hasta el final de su mandato.
El término de Mario Delgado como presidente nacional de Morena está programado oficialmente para el 31 de octubre de 2024, aunque se espera que deje el cargo antes del 1 de octubre para asumir sus nuevas responsabilidades en la Secretaría de Educación Pública.
La postulación de Luisa María Alcalde marca un punto crucial en la evolución de Morena, con implicaciones significativas para su estructura interna y su papel en el futuro político de México. Su candidatura promete una continuidad en los principios del movimiento, mientras busca fortalecer su institucionalización y asegurar una participación inclusiva en todas las decisiones clave del partido.