CDMX a 8 de diciembre, 2024.- La designación de Jorge Luis Lavalle como secretario de Desarrollo Económico en Campeche ha desatado una tormenta política dentro de Morena. El ex senador panista, quien estuvo involucrado en el escándalo de Odebrecht, ahora forma parte del gabinete de la gobernadora Layda Sansores, generando un debate intenso sobre ética y coherencia en el partido fundado por López Obrador.
El martes 3 de diciembre, Layda Sansores sorprendió a propios y extraños al anunciar la incorporación de Lavalle a su equipo de gobierno. La gobernadora defendió su decisión afirmando que trabajarán juntos «por el bien de Campeche». Sin embargo, el pasado turbulento de Lavalle ha puesto en jaque esta decisión.
Jorge Luis Lavalle no es un político cualquiera. Fue acusado de recibir sobornos millonarios para aprobar la Reforma Energética durante el sexenio de Enrique Peña Nieto. Incluso estuvo en prisión por cargos de cohecho, asociación delictuosa y lavado de dinero. Aunque salió de la cárcel en 2022, la sombra de la corrupción sigue persiguiéndolo.
La decisión de Sansores ha provocado un cisma dentro de Morena. Mientras algunos defienden la pluralidad del movimiento, otros ven este nombramiento como una bofetada a los principios de la 4T.
El senador Saúl Monreal no se anduvo con rodeos: «Es algo incongruente, desproporcionado. Este es lo peor que puede ocurrir en los gobiernos de Morena»4. Por su parte, el panista Marko Cortés habló de un «pacto de impunidad».
Ante la creciente polémica, Luisa Alcalde, dirigente de Morena, ha intentado apagar el fuego. Su mensaje es claro: las discrepancias deben resolverse a través de los mecanismos internos del partido.
«¿Cómo se resuelven esas diferencias? A través de la Comisión de Honestidad y Justicia», declaró Alcalde. La líder morenista hizo un llamado a la institucionalidad, pidiendo que se dejen de lado las opiniones personales y se confíe en los procesos del partido.
El caso Lavalle pone sobre la mesa un debate crucial para Morena: ¿Hasta qué punto se puede ser flexible con el pasado de sus funcionarios sin traicionar la bandera anticorrupción que enarboló López Obrador?
Por ahora, ni Lavalle ni Sansores han respondido directamente a las críticas. Mientras tanto, la polémica sigue creciendo y amenaza con convertirse en un dolor de cabeza para Morena de cara a las elecciones de 2024.
Este episodio demuestra que, incluso dentro del partido en el poder, la lucha contra la corrupción sigue siendo un tema espinoso y lleno de matices. El tiempo dirá si este nombramiento fue un error estratégico o un ejemplo de pluralidad política.