CDMX a 1 de abril, 2024.- En un contexto marcado por la preocupación y la urgencia, la presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Marcela Guerra Castillo, ha puesto sobre la mesa una exigencia crucial: la necesidad de que los gobiernos federal, estatales y municipales, junto con las autoridades electorales, tomen un papel más activo y responsable para asegurar la integridad y la seguridad del actual proceso electoral en México.
La situación es alarmante. Desde septiembre de 2023, se han registrado 44 agresiones contra aspirantes o candidatos a puestos de elección popular, lo que equivale a un ataque cada cuatro días, siendo los candidatos municipales los más afectados. Estados como Guerrero, Michoacán y Chiapas encabezan las estadísticas de violencia, una realidad que no puede y no debe normalizarse.
La demanda de Guerra Castillo no solo se centra en la protección física de los involucrados en el proceso electoral, sino también en el respeto a la legalidad y la imparcialidad por parte de todos los actores gubernamentales y electorales. La polarización y la participación activa de funcionarios en las elecciones son prácticas que deben erradicarse para garantizar que la población mexicana pueda ejercer su derecho al voto en un ambiente de libertad y justicia.
La vulnerabilidad de las autoridades electorales es otro punto de preocupación. Solicitudes de seguridad provenientes de juntas locales de los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLES) en estados como Chiapas, Campeche, Coahuila, Hidalgo, Nayarit y Tamaulipas destacan la necesidad de una coordinación más efectiva entre todas las autoridades para proteger tanto a los capacitadores electorales como el material electoral.
Ante este panorama, desde la Cámara de Diputados se insiste en la importancia de continuar trabajando con un objetivo claro: lograr una convivencia pacífica que permita a México avanzar en la construcción de un futuro donde prevalezcan las oportunidades, la justicia y la equidad. «Uno de los principios de la democracia es la imparcialidad para que la cancha sea pareja para todos», recalca Guerra Castillo, en un llamado que resuena en todos los rincones del país, instando a una acción conjunta y decidida para proteger la esencia de la democracia mexicana.