La manzanilla, una planta que muchos tienen en casa para preparar un reconfortante té, es mucho más que una simple bebida para aliviar la tos. Esta hierba, con sus pétalos blancos y un dulce aroma a manzana, ha sido valorada durante siglos por sus múltiples propiedades medicinales. Sin embargo, a pesar de sus beneficios, también tiene contraindicaciones y efectos secundarios que no todos conocen.
Beneficios y usos medicinales de la manzanilla
La manzanilla es una de las plantas más versátiles en el mundo de la herbolaria. Sus preparaciones, que van desde tés hasta aceites, son utilizadas para tratar una amplia variedad de afecciones. Es conocida por ser un calmante natural que descongestiona las vías respiratorias, desinflama los intestinos y ayuda con la gripe y la tos. Aplicada externamente, puede aliviar dolores de cabeza, inflamaciones, úlceras varicosas e infecciones oculares.
También es utilizada para tratar desórdenes menstruales, cólicos en niños, diarrea, insomnio, úlceras, calambres, espasmos musculares, dolores reumáticos y hemorroides. Además, estudios recientes han explorado el potencial efecto anticancerígeno de la manzanilla, especialmente centrado en uno de sus componentes químicos, la apigenina, que ha mostrado resultados prometedores en la inhibición del crecimiento de ciertos tipos de cáncer.
Composición química y propiedades adicionales
La manzanilla contiene más de 120 compuestos químicos identificados, entre ellos 28 terpenoides y 36 flavonoides. Los terpenoides principales incluyen α-bisabolol y sus óxidos, azulene y chamazulenes, mientras que los flavonoides destacados son la apigenina, luteolina, patuletina y quercetina. Estos compuestos son responsables de sus efectos antiinflamatorios, antisépticos y sedantes.
Contraindicaciones y efectos secundarios
A pesar de sus múltiples beneficios, la manzanilla no es adecuada para todos. Las personas alérgicas a las plantas de la familia Asteraceae, como las margaritas y las caléndulas, pueden experimentar reacciones alérgicas. Durante el embarazo, es aconsejable consumirla con precaución debido a su potencial para estimular contracciones uterinas. También puede interactuar con ciertos medicamentos, como anticoagulantes y sedantes, y debe evitarse antes de cirugías debido a su efecto anticoagulante leve.
En algunos casos, el consumo excesivo de manzanilla puede provocar malestar estomacal, náuseas, vómitos o somnolencia. Además, su aplicación tópica en los ojos puede causar irritación o conjuntivitis.
La manzanilla sigue siendo una planta medicinal valiosa, pero es importante conocer sus usos adecuados y posibles riesgos para aprovechar al máximo sus beneficios sin comprometer la salud.