ÍNDICE POLÍTICO
FRANCISCO RODRÍGUEZ
Los lagartijos López Beltrán
Porfirio Díaz controló a las familias aristócratas por la vía de atraer a los juniors de los poderosos –los afamados lagartijos— al dinero fácil y rápido de los trámites sin obstáculos de las empresas eléctricas, petroleras, henequeneras, mineras y ferrocarrileras. Los convirtió en coyotes al servicio de patrones de allende las fronteras.
Muchos años después los lagartones López Beltrán juegan exactamente el mismo papel. Coyotean, se enriquecen y así los económicamente poderosos controlan a la familia presidencial.
Grupo Carso, de Carlos Slim, y Mota-Engill, de José Miguel Bejos, pueden pedir y hacer lo que quieran, gracias a los negocios que se han prestado a hacer con el menor de los hijos de Andrés Manuel López Obrador, apodado El Bobby, pero bautizado como Gonzalo.
Lo mismo vale para no pocas empresas petroleras cuyas matrices están afincadas en Houston, Texas, por los contratos que han conseguido a través de la esposa de El Jota Erre, el mayor del trío: José Ramón.
Y a El Andy ¿qué es lo que no le deben las decenas de empresas que han conseguido contratos y prebendas, pagos atrasados que pensaban ya no iban a recuperar, gracias al tráfico de influencias del segundo de los hijos de AMLO, su homónimo Andrés Manuel?
Lagartijos o lagartones, el caso es que el trío López Beltrán, su propio padre, incluso, han colocado a la Administración Federal en un papel fácilmente chantajeable.
Y eso no sólo por quienes les han facilitado el enriquecimiento, incluso por agencias de gobiernos extranjeros que invariablemente están pendientes de todo cuanto sucede aquí y que pudiese afectar lo que llaman su “seguridad nacional”.
Y los López Beltrán son un factor de riesgo pues, por su ambición, pueden ser cooptados por rusos o por chinos, antagonistas por el momento de nuestros vecinos del norte.
Recuerde usted si no es así cuando, por ejemplo, los gobiernos sonorenses, triunfantes en la Revolución iniciada en 1910 se agacharon a firmar los Tratados de Bucareli, gracias a los cuales se reconoció a los obregonistas, los forraron de plata y armas contra los adversarios.
Y cuidado, porque en el ADN de los gobiernos mexicanos, sean coloniales, independentistas, centralistas, federalistas, revolucionarios o hasta “transformadores” ha estado el sello de la genuflexión ante extraños e imposición de duras penas a los autóctonos.
Dudo que los AMLO y sus vástagos sepan esto. Lo destacable es que sus acciones voraces y de rapiña responden a irremediables taras genéticas que en ellos llegan al nivel de lo estridente. No puede explicarse de otra forma, pues nunca han leído un solo libro, a confesión de parte.
No les dé la mano a los hijos de AMLO
La Cuarta Transformación se desenmascara. AMLO, Morena, los cuatroteros en general loan a los corruptos. Levantan altares a los inservibles. Protegen a los esbirros. Queman incienso a los depredadores del país. Son malinches, en el peor sentido de esa expresión tan nuestra.
En el caso de los López Beltrán ya casi no hay quien les dé la mano, por el temor de perder los anillos, los relojes, los retratos de familia y hasta los dedos.
El abandono de las actividades industriales y comerciales en los sectores productivos del país por parte de una población que solo espera los “apoyos sociales”, la parálisis del mercado interno y el excesivo trato privilegiado a las empresas de los amigos del Presidente dibujan un Estado perforado por la ambición de unos cuantos. Como antes. Como siempre.
Los cuatroteros no están hechos para saber —menos para poder—hacer un solo control de daños. No conocen una sola forma, una solución, una posibilidad de utilizar las inmensas posibilidades de un sistema presidencialista con poderes absolutos, pues sólo lo emplean para protegerse entre ellos.
AMLO lo demuestra palmariamente en sus respuestas formales y bravatas frente a conflictos internacionales y nacionales, muchos de los cuales él mismo provoca, enredándose en sus propios hilos de corrupción desenfrenada. Los abusos en la desastrosa campaña de Claudia Sheinbaum, así como las masacres delincuenciales, arcas y huachicolera son realmente bochornosos.
Ninguno de los tres tiene defensa
Omitir, soslayar desde las matinés los claros delitos de los hijos de AMLO es abominable como todo lo que seguirán haciendo los cuatroteros los menos de nueve meses que les quedan en la Silla. Desquiciados por la rapiña y la codicia, los nefastos tabasqueños continuarán sus labores de zapa como auténticos traidores a la patria.
Todo forma parte de una feroz competencia entre ellos mismos para distinguir y premiar con mayores posiciones e influencia a aquél que haga el mayor daño posible a la Nación.
La venta de la patria, el entreguismo a los regímenes castrochavistas, la demolición maquinada de sus estructuras, la traición a la diplomacia, el saqueo del circulante monetario, la jefatura de la campaña de la “corcholata” favorecida, los obstáculos a las investigaciones criminales contra los rateros de los estados, la protección a los carteles del narco, la represión salvaje a los ciudadanos, casi todo sale del escritorio de AMLO.
Y de ahí también la orden:
Defender, defender, defender a los lagartijos o lagartones López Beltrán.
Indicios
Muy al estilo de Luis Echeverría al final de su desastroso sexenio (1970-1976), AMLO ya echó a andar la maquinita de hacer billetes. Eso, explican los conocedores de la materia, ha provocado que la inflación no se detenga porque calculan ha duplicado la base monetaria sin que exista un crecimiento económico del país que lo justifique. Victoria Ramírez Ceja, gobernadora del Banco de México egresada de las huestes de Morena, estaría financiando así los gastos del gobiernito que cada vez son mayores por el costo de las obras producto del capricho presidencial y por el pago de pensiones con fines electoreros. ¡Vaya paquete que heredará quien suceda en el poder al tabasqueño! Incluso si llegara a ser de su mismo partido. * * * Se necesita tener cerrados los ojos a la realidad, como los tiene Claudia Sheinbaum, cuando sostiene que «Ulises (Lara) cumple con todas las credenciales para quedarse como encargado del despacho” de la Fiscalía de CDMX, como dijo en un panel de medios durante su visita al estado de Morelos el sábado anterior. Sumisa, obedientísima, sin siquiera una pizca de personalidad propia, la precandidata de AMLO sólo sigue las líneas que a diario le tiran desde Palacio para que sobre ellas columpie a la verdad. Así, ¿cómo, señora “corcholata”? * * * Jorge Álvarez Máynez es otro que tuerce la realidad a conveniencia. En un vano intento de quitarse de encima la etiqueta de esquirol, ya declaró que va tras la candidata de Morena y fauna de acompañamiento (PVEM, PT) y no sobre la que encabeza a la verdadera oposición al régimen. Nadie se lo cree, por supuesto. Son demasiados los compromisos de Dante Delgado con López Obrador y muchas más las carpetas de investigación que en un momento determinado la FGR podría judicializar. * * * Y ahora ¿cuál es el siguiente paso, Marcelo Ebrard? ¿Ya no dar ninguno? ¿Mantenerse estático para no hacer olas? ¿Aceptar la candidatura uninominal al Senado, pues los primeros lugares de la lista de aspirantes guindas ya tienen a Omar García y a Ernestina Godoy como dueños? * * * La ausencia de estado de Derecho es cada vez más notoria en vastos territorios de Chiapas. Las fuerzas federales tienen órdenes de dar abrazos a los delincuentes. El dizque gobernador Rutilio Escandón es huésped permanente en Babia. Ahí el Cártel de Sinaloa se organiza desfiles y obliga a los pobladores a lazarles ¡vivas, vivas!, así como gritos con los que claman por paz y libertad. ¿Para que votar por un sucesor de Escandón si quienes realmente mandan no van a soltar el poder? El chiapaneco se suma a la cada vez más larga lista de estados fallidos en un país con un gobierno también fallido. * * * Y los elementos de la Guardia Nacional militarizada están buenos para un barrido y un fregado –es literal–, también para con los vehículos que tienen asignados hacer las veces de transporte público, como sucede ahora mismo en Acapulco. Para todo, pues, menos para realizar las tareas de combate a la delincuencia, pues los asesinatos y las matazones siguen a la orden del día en Guerrero. Otro estado fallido. * * * Y mientras, “en el 25 por ciento del territorio electoral de México existe algún riesgo de que la violencia o presencia del crimen organizado impacte el desarrollo de los comicios en curso. A casi dos meses de arrancar las campañas, el 1 de marzo, y a poco más de cuatro para la votación del 2 de junio, Grupo Reforma documentó que en 74 de los 300 distritos electorales federales se registraron ataques a políticos, operadores partidistas y funcionarios electorales, masacres, plagios de migrantes, enfrentamientos entre criminales, así como emboscadas a policías y Fuerzas Armadas. En el mapa de riesgo se incluyeron 21 entidades. De los 74 focos rojos, 20 coinciden con distritos que el INE, en diversos informes, califica como ‘complejos’ para la integración de casillas y organización de la elección, por las condiciones de ‘alta inseguridad’. Las principales regiones afectadas son la de Tierra Caliente, entre Edomex, Guerrero y Michoacán, por la disputa de La Familia Michoacana con grupos rivales y las extorsiones que realiza a autoridades y pobladores…”. Año de elecciones, ¿año de más matazones? * * * Y por hoy es todo. Le agradezco que haya leído hasta aquí. Y le deseo, como siempre, ¡buenas gracias y muchos, muchos días!
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