México, conocido mundialmente por sus playas paradisíacas, también es hogar de impresionantes acuarios que albergan una vasta biodiversidad marina. Estos recintos, no solo ofrecen una ventana al misterioso mundo submarino, sino que también juegan un papel fundamental en la educación ambiental y la conservación de especies. Aquí te presentamos los acuarios que debes visitar en tu próximo viaje a México.
Acuario de Veracruz
Considerado uno de los más grandes y antiguos de Latinoamérica, el Acuario de Veracruz es el hogar de miles de especies marinas. Desde imponentes tiburones hasta delicados caballitos de mar, este acuario te ofrece la oportunidad de conocer de cerca la rica fauna del Golfo de México y otras regiones del mundo.
Acuario Mazatlán
Ubicado en el corazón de la «Perla del Pacífico», el Acuario Mazatlán es más que un simple recinto para observar peces. Con espectáculos de aves, leones marinos y un impresionante tiburonario, es un destino que garantiza diversión y aprendizaje para toda la familia.
Acuario Inbursa en Ciudad de México
En medio de la agitada vida citadina, el Acuario Inbursa surge como un oasis subacuático en la Ciudad de México. Es el acuario más grande de México y ofrece una experiencia inmersiva a través de sus túneles rodeados de agua, donde los visitantes pueden sentirse parte del mundo marino.
Acuario Michin, Guadalajara
Con un enfoque en la educación y la sustentabilidad, el Acuario Michin en Guadalajara no solo exhibe especies marinas, sino que también destaca la importancia de los ecosistemas de agua dulce de México. A través de sus distintas zonas temáticas, los visitantes pueden conocer desde los misteriosos cenotes de la península de Yucatán hasta los ríos del norte del país.
El Tortugario Monterrico, Chiapas
Aunque no es un acuario en el sentido tradicional, El Tortugario Monterrico en Chiapas merece una mención especial. Dedicado a la conservación de las tortugas marinas, este centro ofrece a los visitantes la oportunidad de aprender sobre estos antiguos reptiles y, en temporada, participar en liberaciones de crías al mar.